Ha pasado más de una semana desde que el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, se agachara para dar la primera palada al solar donde se ubicará el mercado municipal de Valdespartera. Sin embargo, varios días después, los vecinos de la zona alertan de que allí no hay máquinas ni operarios trabajando. Lo mismo ha ocurrido en el barrio rural de Garrapinillos, donde los vecinos observan atónitos como las puertas del nuevo centro de salud –inaugurado el 24 de marzo– permanecen cerradas a cal y canto, a pesar de tener los permisos en regla y de estar totalmente amueblado. En ambos casos, el Ayuntamiento zaragozano asegura que los proyectos siguen su curso con normalidad. Sin embargo, da la impresión de que el Consistorio realizó una rápida carrera para sumar dos espacios más a su larga lista de inauguraciones, tan solo unas horas antes de que rozaran incluso la ilegalidad (la ley prohibió hacer actos inaugurales a partir del 29 de marzo de cara a las próximas elecciones).

Ante tales actuaciones, los vecinos de ambos barrios se muestran sorprendidos e indignados con la forma de proceder del Consistorio zaragozano y apuntan a una «campaña electoralista» que tiene como objetivo conseguir el voto de los ciudadanos. «No paran de inaugurar una cosa detrás de otra y después no continúan nada de lo que empiezan», se quejaba ayer un vecino de Garrapinillos que precisa de atención médica constante.

En este barrio, el centro de salud –que ha supuesto una inversión de 1,3 millones de euros sufragados por el Ayuntamiento de Zaragoza y la DPZ– permanece cerrado a pesar de que está amueblado, cuenta con suministro eléctrico y también con el sistema informático adecuado. El problema es que «faltan unos boletines del ascensor», apuntó el alcalde de Garrapinillos, Mariano Blasco.

El edil aseguró que «solo falta eso», pero que sin ascensor no puede abrir el centro de salud «porque hay personas que lo necesitan para poder acceder a las consultas». Será esta semana cuando –previsiblemente– obtengan estos documentos y puedan poner en marcha los ascensores. Según Blasco, hoy se reunirán las instituciones implicadas en el proyecto para concretar el traslado de los médicos y del resto de mobiliario del centro de mayores –donde está ubicado desde hace cuatro años el centro de salud– al nuevo edificio. «Esperamos que el lunes 11 esté abierto», afirmó.

Las demoras en la apertura del centro de salud se deben también –en opinión del alcalde– a los problemas de suspensión de pagos que presentó la constructora «y que ha dificultado la recopilación de los documentos necesarios para ponerlo en marcha».

Por su parte, la asociación de vecinos de Garrapinillos espera que la apertura del centro llegue cuando antes. «Si el próximo lunes no está abierto, tendremos que movilizarnos de verdad», afirmó el presidente, Bernardo Cambra.

Sin rastro del mercado

En Valdespartera, el solar donde se ubicará el mercado municipal –en la confluencia de las calles paseo de los Olvidados, Luces de la Ciudad y la Quimera del Oro– permanece vacío. Desde que se inauguró el día 28, los vecinos aseguran que no se han iniciado los trabajos. No hay máquinas, ni tampoco movimientos de tierras ni operarios de un lado para otro. Sin embargo, fuentes de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza aseguraron ayer que sí se está trabajando en la zona, aunque no lo parezca.

Por el momento –indicaron– se están realizando «mediciones topográficas en el terreno», necesarias para emprender obras de ingeniería y arquitectura. Para realizar estas labores, no se requiere maquinaria «lo que no quiere decir que no se esté trabajando en la zona», apuntaron las mismas fuentes. Además, y de forma paralela, se están realizando labores administrativas. «Estamos elaborando el proyecto de prevención de riesgos laborales», afirmaron.

Por su parte, fuentes de Mercasa –encargada de ejecutar las obras– reiteraron que el proyecto de construcción sigue su curso según los plazos previstos y que ya se ha empezado a trabajar en la zona.