CURIOSIDADES

En el Olimpo del 'friquismo' callejero

Entre los videojuegos de Arcosur y algunas películas de Valdespartera, Zaragoza ocupa el podio de los nombres de calles más extravagantes. Otras ciudades, sin embargo, no se quedan atrás y dedican sus avenidas al payaso Fofó, la muerte de Chanquete o las castizas zarzuelas.

En el Olimpo del 'friquismo' callejero
En el Olimpo del 'friquismo' callejero

No es científico, pero sí de una evidencia aplastante. En cuanto se consulta algún foro de internet o se bucea por las redes sociales buscando las ciudades con nombres de calles más ridículos, Zaragoza siempre ocupa un podio de honor.

Entre algún exceso de antaño (como la calle bautizada como 'Viva España' en el centro urbano), algunos títulos de película que causan sonrojo en Valdespartera y la iniciativa de los vecinos de Arcosur de dar nombre de videojuego a varias de sus vías, la capital aragonesa sobresale en el callejero del friquismo.

Pero no hay que abochornarse, no hay ciudad en España que no tenga un calle que invite a sonreír y, si no, pregunten en Salamanca por la clínica ginecológica de la calle de Las Bientocadas. No es un chiste, a fe que existe.

En lo que a Zaragoza respecta, los 'foreros' se quedan en la anécdota de lo divertido que es vivir en Atraco a las tres, pero pocos se paran a explicar que en Valdespartera se rodó 'Salomón y la reina de Saba' y que 'La salida de misa de doce del Pilar' fue la primera película en España. Lo de los lagos de Penélope Cruz también es de traca (si al menos fueran de Esther Williams...) aunque no hay que negar que quien lo propuso tuvo cierto ojo porque la de Alcobendas, allá por 2006, ni siquiera soñaba con ser oscarizada ni arramblar tantas atenciones en 'Jollybú'.

Además, el suyo contribuye a salvar el déficit de nombres femeninos en nuestras calles, aunque reabre la discusión de si es lícito dedicar calles a gente en vida o no. Otras ciudades tienen ordenanzas municipales que lo prohíben y a este clavo ardiendo se agarró el alcalde de Móstoles cuando le llegaron más de 5.000 firmas pidiendo una calle para 'La madre que parió a Casillas'. Tras esta propuesta se escondía una campaña de márquetin viral de una marca de cerveza, que incluso ensalzaba los logros del portero por encima de los de Felipe IV ("que nos llevó a la decadencia", decían) o de Sagasta ("durante cuyo gobierno perdimos Cuba"). El alcalde escurrió el bulto diciendo que la idea era "simpática pero inviable" y que, en caso de hacer una excepción en la ordenanza, "sería más lógico ponerle el nombre del propio futbolista o, en su defecto, el nombre y apellido de su madre".

Si la idea parece descabellada, no hay que olvidar que un concejal de Chunta en Illueca, Rubén Redondo se llamaba él, propuso hace un par de años llamar 'calle del Chiki chiki' a la antigua calle del general Franco. Así que a propuestas osadas no nos gana nadie.

De hecho, parte de la locura de este callejero tan insólito nace al amparo de la ley de memoria histórica, que obliga a enterrar los nombres vinculados a la dictadura franquista.

Acaso apurados por la urgencia de buscar nuevos protagonistas, el payaso Fofó o Tintín y Milú también han conseguido sus calles en algunas ciudades de España, mientras que otras -más anodinas sobre todo en el bautismo de sus nuevos barrios- han decidido consagrar a sus paseos y avenidas a la tabla periódica, a los minerales o a las frutas exóticas.

El estroncio, la antracita, el aguacate o las chirimoyas también tienen su calle y, claro, eso hace preguntarse si una guayaba tropical ha hecho más méritos para obtener un vial que muchas de las personalidades olvidadas. Aragón acostumbra a tener poco aprecio por sus ilustres y aún hay grandes hombres de esta tierra que tardarán más tiempo en ver su nombre en el callejero que Sonic o Super Mario Bros, dos de los 12 nombres aprobados para el entramado urbano de Arcosur.

Una reciente encuesta realizada por HERALDO indicó que Sergio Algora, el músico y escritor fallecido en 2008, era la opción preferida de los zaragozanos para dar nombre a una calle. También aparecían en el ranquin Fernando Arcega, Enrique Bunbury, Luis del Val, Soledad Puértolas, Víctor Ullate, Vicente Ferrer, Gaspar Sanz o, incluso, la 'vedette' Corita Viamonte. Aunque eso sí, que nadie crea que prestar tu nombre a una calle granjea reconocimiento e inmortalidad porque no hay zaragozano que acierte a decir correctamente lo de 'plaza de Albert Schweitzer'. En su lugar, gana puntos la plaza Schwarzenegger y esta vez no está en Valdespartera.