Las rebajas parecen este verano una especie en extinción, al menos de momento. Aunque ayer comenzaron de forma oficial las del pequeño comercio, pocos decidieron colgar el cartel anunciándolas en sus escaparates. Muchos dependientes, sobre todo de tiendas de ropa y zapatos, reconocieron que prefieren esperar al 1 de julio (fecha en la que arrancarán las de las grandes superficies) y mantener, de momento, los descuentos y promociones especiales de verano que anuncian desde principios de junio.

Ayer por la mañana, en la calle de San Ignacio de Loyola, una de las más comerciales de la ciudad, en muy pocas tiendas podía leerse el anuncio de rebajas, aunque muchas otras mantenían sus carteles con descuentos y promociones especiales de verano. Lo mismo sucedía en León XIII y las calles adyacentes.

Además, todos los comerciantes consultados coincidieron en que las ventas han caído en picado en los últimos meses, y en que este año está siendo, si cabe, peor que el anterior. Un informe de la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (Fuci) ha estimado que cada aragonés gastará en esta temporada 48 euros: 15 menos que el año pasado (65 euros) y la mitad que en 2008 (95 euros).

Esta Federación añade, además, que la ropa y los complementos siguen siendo los artículos más demandados en rebajas por los consumidores, mientras que los aparatos de tecnología y mobiliario pierden adeptos.

Sobre las medidas de ahorro previstas, el 19% de los consumidores evitará las marcas, un 37% comprará lo que esté más rebajado y un 39% solo lo que necesita.

Un junio complicado

«Muchos preferimos colgar el cartel de rebajas a partir del 1 de julio, porque como solo se puede exhibir durante dos meses, luego tendríamos que quitarlo antes de que termine agosto», explicó Blanca, de Marussa. En su tienda, especializada en complementos, ya hacen un 15%, aunque insisten en que el mes de junio no ha hecho más que consolidar la falta de consumo.

En esto coincidía otra tienda de ropa de niños de la misma calle. «No nos podemos quejar, pero hemos vendido menos que el año pasado», explicaba la dependienta. «Tenemos una docena de clientas a las que de momento no les afecta la crisis, pero todos los demás miran mucho el dinero, sobre todo por miedo a lo que pueda pasar. Aunque aplicamos un descuento del 20% desde hace días, no han aumentado las ventas. La gente, si va justa de dinero, compra solo lo que necesita».

La Federación de Comerciantes de Zaragoza y Provincia (Ecos) aseguró recientemente que la temporada ha sido mala, por lo que queda mucho 'stock' que saldrá a precios muy ventajosos.

Dos de los negocios de la calle de León XIII que sí que colgaron ayer desde primera hora el cartel de rebajas fueron Shenior (de ropa de caballero) y María Jesús (boutique de ropa infantil). En esta segunda tienda aseguran que los dos meses de límite no son un problema, porque en agosto tendrán ya un avance de la ropa de entretiempo. «Lo que no se entiende es que ahora las tiendas tengan descuentos permanentes, porque con eso no están favoreciendo ni a su negocio ni a la idea que tienen los clientes de un producto de calidad», explicó la dueña de la tienda, Ana Muñoz.