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Antigüedades y mucho más en San Bruno

Desde hace 16 años, anticuarios, artesanos, libreros y productores alimentarios se reúnen en la plaza de San Bruno, los domingos y días festivos, para celebrar el mercadillo que ellos mismos crearon con el fín de promover su actividad comercial.

Máquina de escribir de la marca Underwood
Antigüedades y mucho más en ell mercadillo de San Bruno
E. H. P.

Todo comenzó cuando Luis Naharro y Salvador Saura, anticuarios de profesión, decidieron instalarse en varios locales de la plaza de San Bruno, en la capital aragonesa. Y desde hace ya 16 años viene celebrándose en esta plaza un mercadillo que comenzó «por iniciativa de Naharro y Saura», explica María Pilar, hija de Salvador. Más tarde surgió la Asociación Cultural de Anticuarios de San Bruno, que aglutina a varios anticuarios, libreros, artistas y artesanos.


Los domingos y días festivos, de 10.00 a 14.00, se despliega este mercadillo con el fin de promover, desarrollar y difundir el conocimiento e interés por las antigüedades, pintura, artesanía y productos regionales, dando la oportunidad al visitante de hacerse con una auténtica antigüedad, o adquirir pinturas y libros a muy buen precio, así como diversos productos artesanos.


Desde 1 euro se puede comprar una buena novela o un viejo elepé y, por un poco más, a partir de 45 euros, una vieja máquida de escribir, donde, quién sabe cuántos libros se escribieron. Hay de varias marcas: Underwood, Ideal, Empire, Olympia... También, multitud de cámaras de fotos, tomavistas, radios, ropa e insignias militares, muebles antiguos.


En el caso de los anticuarios, las piezas más delicadas, o las más singulares permanecen en la tienda. Tal es el caso de tallas, pinturas o relojes que datan de varios siglos atrás. «Para este tipo de piezas es mejor que el cliente venga a la tienda», explica María Pilar Saura, de Antigüedades Salvador, en la calle Arcedianos. De hecho, esta tienda posee una magnífica coleccion de relojes antiguos. Entre ellos, destaca uno francés, estilo Luis XV, que data del siglo XVIII y cuyo precio es acorde a la exclusividad de la pieza.


La mayoría de estos objetos proceden de subastas, ferias, herencias, páginas de compra y venta en internet... Siempre hay movimiento, por lo que la renovación es constante, así que «no tenemos tiempo de encariñarnos con ningún objeto. Esto funciona así», cuenta María Pilar.


Entre los puestos del mercadillo se encuentran los miembros de la asociación. Además de Naharro Antigüedades y Antigüedades Salvador están: Félix del Castillo Romay, Librería Certeza, Alimentación ALICIA, Jamones y Embutidos (Mainar Isla), Bodegas Mareca, Antigüedades Pallarés, Pluma Libre y Desigual (Fernando Mombiela), Fernando Pardo Martín (Pintor), Artesanía Koty, Antigüedades Benito Josa, Artesanía en Papel Durán Botella, Pintora  María Teresa Lope, Carmen Sierra y Olga Remiro Bordados Artesanales, Hassan Benjelloun, Julia (Pastelería artesana), Queseros de las Cinco Villas, Artesanos del Moncayo, Antigüedades Pedro Cruz, Elena Arcada Artesanía, Antigüedades San Bruno, Librería Prólogo, Tomás Bes Taracea (Cuadros, artesanía) y La Conservera del Prepirineo (patés vegetales)