CRIMEN EN UN CIBERCAFÉ DE ZARAGOZA

El detenido por sepultar a su socio en hormigón niega saber nada del crimen

El detenido (en noviembre de 2011) por sepultar a su socio en hormigón niega saber nada del crimen. Una colilla le sitúa en el cibercafé donde se halló el cadáver, pero asegura que solo fue allí a llevar el material que le encargaron

El presunto autor material del crimen del cibercafé de Las Delicias, José María H. S. ha declarado ya ante el juez que instruye el caso. Y lo primero que ha hecho ha sido desvincularse de la muerte de su socio, negando que fuera él quien sepultó el cuerpo de Rubén F. E. en hormigón. El supuesto homicida, que fue detenido el pasado mes de septiembre en Cuba, reconoce que alquiló una furgoneta y compró el material utilizado para ocultar el cadáver: sacos de cemento, un pico, una pala... Sin embargo, asegura que lo hizo porque se lo pidió el tercero de los socios, de origen cubano y sobre el que pesa actualmente una orden de busca y captura.


El juez instructor tiene claro que efectivamente fue José María H. S. quien adquirió el material de construcción, ya que ese momento fue captado por las cámaras de seguridad del almacén. Pero también tiene constancia de que el detenido, de 50 años, llegó a estar dentro del cibercafé donde el pasado 30 de junio se produjo el macabro hallazgo. Y lo sabe porque la Policía Científica halló allí una colilla de la que se extrajo ADN, y este coincide con el perfil genético del sospechoso.


José María H. S. declaró la semana pasada ante el juez que efectivamente estuvo en el local donde se perpetró el crimen, ubicado en la calle de Las Navas de Tolosa de Zaragoza . Pero mantiene que lo hizo sobre el 10 de junio, «exclusivamente» para descargar el material que le había encargado comprar Abdel (el socio fugado). Dice que él no tenía llaves del establecimiento, por lo que fue esta tercera persona la que le abrió.


«Hay un muerto, vete a Cuba»


Según ha podido saber este periódico, durante su primera comparecencia en el juzgado, asistido por el letrado José Luis Melguizo, el presunto autor del crimen declaró que no volvió a saber nada de Abdel hasta finales del mes de junio, cuando este le llamó por teléfono para decirle que habían encontrado a una persona muerta en el cibercafé. El detenido asegura que se quedó desconcertado y que su socio le recomendó que se fuera del país. Siempre según su versión de los hechos, Abdel le dijo que podía irse a su país, Cuba, donde un conocido le alojaría en su casa durante algún tiempo.


Siguiendo el consejo de su socio, José María H. S. tomó un vuelo hasta la isla caribeña, donde esperaba reunirse con sus otros dos socios. De hecho, según le explicó al juez que lleva el caso, «en ningún momento» le comunicaron que el fallecido era Rubén F. E. Asegura que se enteró de esta circunstancia cuando al fin logró contactar con una de las camareras que trabajaban en los bares que los socios regentaban en Zaragoza .


Fue entonces, según el presunto homicida, cuando decidió presentarse en la embajada española en La Habana y ponerse a disposición de la Policía. Finalmente, el hombre llegó el pasado 21 de octubre a Madrid, desde donde fue trasladado más tarde a la prisión de Zuera. De momento, se le considera presunto autor material del crimen, por lo que el juez ordenó su ingreso en prisión sin fianza.

Tres socios


El empresario asesinado, Rubén F. E., regentaba varios negocios de hostelería en Zaragoza con otros dos socios. Uno de ellos es José María H. S., a quien la Policía detuvo dos meses después del crimen en La Habana como presunto autor del crimen. Sobre el tercer socio, de origen cubano y de nombre de pila Abdel, pesa una orden de busca y captura, puesto que el Grupo de Homicidios cree que tuvo algún tipo de participación en el asesinato , perpetrado el pasado junio.