A pesar de tratarse de un medio de transporte todavía en pañales, el tranvía de Zaragoza cuenta ya con un anecdotario de lo más variado. La última situación curiosa se ha dado en torno a las 14.00 de la tarde del sábado, cuando dos autobuses de turistas japoneses decidían tomarse -despiste mediante- la libertad de aparcar sobre la plataforma tranviaria a su paso por Gran Vía, a la altura de la parada que actualmente está inactiva.

Cuando ha llegado al lugar, el conductor del tranvía se ha visto obligado a detener el convoy y a avisar a los desorientados chóferes, quienes habían creído que los raíles constituían un cómodo y deshabitado aparcamiento.

Desde los Tranvías de Zaragoza indican que la situación se ha subsanado "rápidamente" y "sin problemas".