RÍO EBRO

Los científicos y los ecologistas rechazan el dragado

Aseguran que los sedimentos no suponen ningún riesgo y denuncian que solo se pretende favorecer los usos lúdicos y deportivos. CHA se opone, IU es muy reticente y el PP pregunta quién pagará los trabajos.

¿Materiales procedentes de las obras de la Expo?
Científicos y ecologistas rechazan el dragado para retirar las gravas de la zona de Helios
JOSÉ MIGUEL MARCO

Científicos y ecologistas rechazan el nuevo dragado del Ebro que ya tramita el Ayuntamiento de Zaragoza para retirar la playa de gravas que se ha ido formando a la altura de Helios. El área de Grandes Proyectos del Consistorio justifica la actuación asegurando que esa acumulación de sedimentos procede de las obras de la Expo y sosteniendo que supone una amenaza en caso de grandes avenidas, pero los opositores al proyecto rechazan tajantemente ambos argumentos.


Según consta en la documentación que el Ayuntamiento ha remitido al Ministerio de Medio Ambiente, lo que se plantea es rebajar el lecho del río 1,2 metros entre el puente de La Almozara y el de Piedra para que incluso en las épocas de estiaje haya un calado mínimo de unos 25 centímetros. Esta propuesta implica la retirada de más de 26.000 m3 de gravas -el doble de todo lo que se ha extraído del Ebro en los sucesivos dragados realizados desde 2007 para permitir la navegación fluvial-.


Ayer mismo, el Consistorio insistió en que la "limpieza" de las gravas "impedirá inundaciones en el club deportivo y en el Actur". "En esa zona está creciendo vegetación que retiene el agua, pero una crecida de más de 3.000 m3/s provocaría la entrada de una ramal de río con gran fuerza en Helios y seguiría hacia los edificios situados en la margen izquierda", explicó el área de Grandes Proyectos en un comunicado. La nota de prensa también destacó que la actuación no tiene nada que ver con la navegación fluvial y subrayó que, de no hacerse este nuevo dragado, el puente de Santiago y el de Piedra podrían verse afectados.


"Insostenible y demagógico"

Sin embargo, estas justificaciones contrastan con el contenido de los escritos que distintas asociaciones científicas y ecologistas han enviado al Ministerio dentro del proceso de evaluación de impacto ambiental del proyecto. Según se recoge en las aportaciones realizadas por el Centro Ibérico de Restauración Fluvial (Ciref), afirmar que la playa de gravas de Helios supone una amenaza en caso de grandes avenidas "es insostenible y claramente demagógico". "Se trata de un argumento absolutamente sin fundamento teniendo en cuanta las características del tramo fluvial", asegura esta asociación formada por académicos y profesionales dedicada a la restauración de cauces desde distintos ámbitos.


La oposición del Ciref a este proyecto va mucho más allá, ya que sus alegaciones empiezan por negar que, tal y como afirma el estudio encargado por el Ayuntamiento a la consultora Sers, la crecida de abril de 2007 provocara que el fondo del Ebro se elevara 80 centímetros. "No se explica con qué metodología se ha obtenido ese valor ni se menciona de dónde procede la información -argumenta este grupo científico-. Está claro que es una estimación a ojo".


Además, el Centro Ibérico de Restauración Fluvial recuerda que, aunque parte de esos sedimentos puede proceder de las penínsulas construidas durante las obras de la Expo, esas penínsulas se hicieron con materiales extraídos del propio cauce del Ebro que fueron arrastrados y depositados en Helios de forma natural, por lo que no puede decirse que la playa sea artificial. "Por otro lado, es imposible identificar que partículas proceden de las penínsulas y cuáles no, así que una retirada selectiva sería inviable", destaca el Ciref.


En sus alegaciones, este grupo de expertos aporta una fotografía aérea tomada en 1927 en la que se puede ver que ya entonces a la altura de lo que hoy es Helios había una acumulación de sedimentos muy similar a la actual. El Ciref denuncia que las imágenes antiguas aportadas en el estudio encargado por el Consistorio corresponden a la segunda mitad del siglo XX, periodo en el que el Ebro se dragaba, y que por eso muestran un cauce sin gravas. "Los sedimentos solo desaparecieron temporalmente y de forma artificial, lo natural es la existencia de la playa de gravas -reiteran los expertos-. Si se dragase, la playa de Helios volvería a crecer ¿Por qué seguir luchando contra la dinámica natural?".


"El Ebro es un río, no un canal"

Organizaciones ecologistas como SEO/Birdlife, el Equipo Triacanthos, la Fundación Ecología y Desarrollo o Coagret también mostraron ayer su total oposición al nuevo dragado. En el caso de Ansar, su presidente, Jesús Maestro, también ha remitido un escrito al Ministerio en el que hace suyos todos los argumentos del Centro Ibérico de Restauración Fluvial.


"No cabe duda de que los verdaderos objetivos del dragado son favorecer las actividades sociales, lúdicas y deportivas con la excusa de los restos de penínsulas", critica Ansar. La asociación denuncia además que la actuación incumpliría varias directivas europeas y sentaría un precedente "negativo". "El Ebro es un río, no un canal al servicio de una empresa turística, de la Expo o de un club deportivo", recuerdan sus alegaciones.


Críticas desde la oposición

La portavoz del PP, Dolores Serrat, se mostró se acuerdo con la retirada de las gravas de Helios asumiendo que proceden de las obras de la Expo, pero preguntó por los costes que va a tener este nuevo dragado. "Creemos que hay que hacer esa limpieza de cauce, lo que no sabemos es por qué se plantea justo ahora y quién va a pagarla", criticó la dirigente popular.


El portavoz de Chunta, Juan Martín, rechazó tajantemente el dragado tanto por razones ecológicas como por cuestiones económicas. "Por supuesto que estamos en contra por motivos ambientales, pero además no aceptamos que Zaragoza tenga que cargar con un gasto provocado por las obras de la Expo", destacó.


Por su parte, el portavoz de IU, José Manuel Alonso, explicó que su grupo no se pronunciará hasta que conozca los detalles del proyecto. No obstante, mostró "serias reticencias" y adelantó que no apoyará un dragado "masivo".