Las intenciones del gobierno municipal PSOE-PAR de aplicar un ajuste de unos 100 millones de euros en el presupuesto de 2011 e incluir en los recortes no solo inversiones sino también algunos servicios públicos ya han recibido el rechazo de CHA e IU, los únicos grupos dispuestos a llegar a acuerdos en materia económica. Es más, ambos partidos manifestaron ayer que si el gobierno mantiene estas posiciones será muy difícil que lleguen a un pacto presupuestario de cara al próximo ejercicio.

El vicealcalde y concejal de Economía y Hacienda, Fernando Gimeno, dejó claro el pasado domingo en una entrevista concedida a HERALDO que el desplome de los ingresos municipales, tanto los propios como los llegados de otras administraciones, obligará a aplicar un ajuste sin precedentes en los presupuestos de 2011. Subrayó que no habría inversiones nuevas y que se tendrían que revisar algunos servicios públicos para eliminar gastos "superfluos". Aunque dijo que se trataba de meros ejemplos, Fernando Gimeno habló del gran ahorro que se produciría si se retrasara un minuto la frecuencia de paso de los autobuses o si se redujera el número de veces que se limpia la plaza del Pilar.

El portavoz de CHA, Juan Martín, aseguró que durante estos años "se ha gastado en cuestiones innecesarias" y lamentó que "en la época de los platos rotos el gobierno necesite el apoyo de la oposición". Exigió "claridad" a PSOE y PAR, a quienes responsabilizó de la situación económica actual junto a IU, que ha apoyado los dos últimos presupuestos del gobierno. "Si quieren que se pierda calidad del transporte público o de la limpieza, que lo digan", afirmó.

En cualquier caso, recordó que "en una coyuntura favorable" su grupo no apoyó el presupuesto, por lo que Martín anunció que volverá a rechazarlo "si no se renuncia a la política de grandes eventos, se controla el gasto, se mejora la calidad de los servicios públicos y se da un giro copernicano a la gestión".

IU anunció que "con 100 millones menos y con el Ayuntamiento siguiendo los criterios de la política económica de Zapatero, será complicado pactar estos presupuestos". Así lo dijo su portavoz, José Manuel Alonso, que subrayó que su partido "no avalará estas políticas de recorte".

Alonso recordó que su formación política no quiere tocar los servicios públicos, los sociales ni la promoción del empleo. "Una restricción económica de ese calibre va a crear paro", afirmó. Por eso, para no reducir servicios, defendió medidas para generar ingresos al Consistorio "a través de una fiscalidad progresiva". Los tributos a la banca, a las grandes superficies, a las empresas que facturan más de un millón de euros son algunas de las soluciones que proponen.

Gimeno, abierto a negociar

El vicealcalde aclaró a CHA e IU que las propuestas del gobierno están abiertas a negociación y que su objetivo es encontrar puntos de acuerdo. No obstante, admitió que buena parte de los posibles recortes de gasto son competencia exclusiva del gobierno, tal y como insiste la oposición, por lo que se mostró dispuesto a aprobarlos en solitario. En cualquier caso, dijo estar convencido de que hay posibilidades de alcanzar algunos acuerdos, por ejemplo en materia fiscal, y expresó su optimismo respecto a las posibilidades de pactar el presupuesto.

A las críticas de las formaciones de izquierda se sumó el PP, que ya no está en la mesa de negociación para acordar un plan de ajuste. La portavoz popular, Dolores Serrat, afirmó que el único planteamiento que se ve claro de los primeros pasos de Fernando Gimeno como responsable de las arcas municipales es "que quiere recortar los servicios básicos".

"Es tremendamente grave que la única forma de recortar sea a costa de la pérdida de calidad de vida de los ciudadanos", afirmó Serrat. Recordó que los precios públicos del transporte o la limpieza ya "han subido mucho en los últimos años" y lamentó que el gobierno plantee recortes de servicios "cuando quiere subir los impuestos y las tasas".