PROTESTA

Batucada y labios sellados por la música aragonesa

Solo ocho grupos tocaron ayer en Independencia.

Músicos con los labios tapados
Batucada y labios sellados por la música aragonesa

La séptima edición del Roscón Rock no se caracterizó, como en años anteriores, por llenar de música las calles de la ciudad. En esta ocasión, solo fueron ocho grupos los que sacaron los instrumentos al paseo de la Independencia, mientras que el año pasado fueron más de 70 agrupaciones y solistas los que deleitaron a los zaragozanos.


Las bandas se colocaron en el lado derecho del paseo -en dirección hacia la plaza de Aragón- porque «estamos cansados de que la izquierda no potencie la música aragonesa y por eso nos hemos colocado en el lado derecho. Es un guiño a la derecha y un antiguiño a la izquierda», explicaba el manager de Sinestética, una banda procedente de Quinto.


La falta de acuerdo con el consistorio llevó a la mayoría de los músicos a permanecer en silencio. «Queremos que las instituciones públicas apuesten realmente por la música de nuestra tierra y por eso tenemos que tomar medidas drásticas», decía Carlos Morte, organizador del Roscón Rock.


Por eso esta edición contó con una batucada reivindicativa que discurrió por el lado izquierdo del paseo de la Independencia. Una treintena de músicos vestidos de oscuro, con la cara pintada de blanco y los labios sellados con una cruz de pintura negra, tocaron tambores y bombos durante horas. «Me ha encantado la iniciativa. Tiene fuerza. No hablan, no cantan, solo tocan», comentaba una mujer.


En torno a ellos se creo un corrillo de curiosos que acabaron bailando al son de los tambores. «Lo hacen muy bien. También bailan a la vez que tocan. Se ve muy preparado y todos van coordinados», apuntaba otro ciudadano. «A mí me parece estupendo que salgan a la calle a tocar. Ojalá el ayuntamiento permitiera que hubiesen actividades callejeras todos los fines de semana, por lo menos en verano", añadía su acompañante.


Entre otras reivindicaciones, los músicos aragoneses piden centros cívicos gratuitos para propuestas culturales locales, condiciones dignas de actuación para los artistas principiantes y creación de programas musicales en los medios de comunicación aragoneses.