REFORMA PENDIENTE EN ZARAGOZA

Baches y okupas, la herencia de la avenida de Cataluña

El Ministerio de Fomento cede, por fin, al Ayuntamiento esta antigua carretera. Su estado es lamentable, con el firme en muy mal estado y muchas naves abandonadas, y de momento no hay presupuesto para su reforma.

Nave en la que viven decenas de personas
Baches, ocupas y aceras rotas, la herencia de la avenida de Cataluña
P. F.

La avenida de Cataluña (la antigua carretera de Barcelona) tiene dos caras: una, desde el puente de Piedra al Tercer Cinturón, barrio de moda, con nuevas viviendas y zonas verdes; otra, desde el cruce con Alcalde Caballero hasta Santa Isabel. Este segundo tramo es una sucesión de aceras rotas, baches, solares, naves abandonadas, casas ocupadas…


Durante años, la excusa oficial para no repararla es que era propiedad del Ministerio de Fomento. Ahora, el Ayuntamiento de Zaragoza acaba de anunciar la cesión del Ministerio, pero no hay dinero para acometer la esperada reforma.


El Estado cede a la ciudad un tramo de 4,4 kilómetros: entre la avenida de Alcalde Caballero (el cruce con el Tercer Cinturón) y la glorieta de la Z-40, a la entrada de Santa Isabel, y desde aquí hasta el acceso a la fábrica Nurel. La firma del acuerdo se producirá dentro de unos días, según explicó el concejal de Urbanismo, Carlos Pérez Anadón. La reforma integral para convertir esta zona en vía urbana no tiene presupuesto, señaló el vicealcalde, Fernando Gimeno.


La avenida de Cataluña, entrada a Zaragoza por el este, ofrece una imagen triste y deslavazada, como de ciudad a medio hacer: desde el puente sobre el Gállego hasta el cruce con el Tercer Cinturón se ven solares con basuras, algunos bloques de viviendas desperdigados, naves abandonadas, casas ocupadas, carteles eternos de ‘próxima construcción’, algún concesionario, una gasolinera…


«Esto es una vergüenza. La calzada está muy mal asfaltada, es un peligro. Desde Santa Isabel, por el carril derecho, casi no se puede circular. Hay muchas casas y naves abandonadas en las que se mete gente. A ver si ahora lo arreglan», señala Ángel Sánchez, vecino de la avenida de Cataluña, 183, cerca del puente del ferrocarril.


Varias familias han ocupado una nave abandonado de Remar, que está pendiente de derribo. «Llevamos aquí más de un año, algunas familias incluso dos. Tenemos agua, luz, cuidamos el edificio y nuestros chicos van al colegio. Nos gustaría otra vivienda, pero no tenemos ayudas», explica Manuel Giménez, de 26 años, uno de los ocupas.


Unos metros más allá, la ONG Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL) tiene su oficina y nave logística desde 1995. «Pronto nos trasladaremos a nuestra nueva sede, en el Parque Tecnológico del Reciclado. Esta avenida está fatal: tiene muchos baches, es un suplicio circular, hemos visto muchos accidentes. En la zona hay muchas casas y naves abandonadas. Urge una reforma. El paseo Independencia es Zaragoza, pero esto también», subraya Miguel Ángel Salillas, trabajador de la ONG.


La asociación de vecinos de la Jota reclama «una actuación urgente». «La avenida de Cataluña está en muy mal estado. Hay tramos que no tienen ni acera. Muchos chavales van andando al instituto Río Gállego. Hay descampados y zonas abandonadas. Si no hay dinero para una reforma integral, al menos deberían reparar las aceras», señala el presidente de la asociación, Juan Andrés.