Ayuntamiento de Teruel

Ordenan retirar 400 toneladas de adoquines que afean la entrada a Teruel

El Ayuntamiento quiere limpiar de residuos una campa junto a la carretera de Alcañiz.

Materiales de obra sobrantes se acumulan junto a la carretera.
Ordenan retirar 400 toneladas de adoquines que afean la entrada a Teruel
R. VILLéN

La empresa Acciona se ha comprometido a retirar cerca de 400 toneladas de adoquines que tiene almacenadas en una campa municipal junto a la carretera de Alcañiz, a unos tres kilómetros del casco urbano. Se trata de una zona que constituye la principal entrada a la capital turolense por la autovía Mudéjar o A-23 desde Zaragoza.


Acciona responde así a la petición que le ha formulado el Ayuntamiento, que considera que el aspecto del acceso a la ciudad desde la autovía mejoraría notablemente llevando a cabo diversas acciones, entre ellas, la limpieza de esos terrenos.


Los adoquines son material de pavimento sobrante de las últimas reformas urbanas desarrolladas en Teruel y ejecutadas por Acciona, como las remodelaciones de la Glorieta, el Óvalo o la plaza de la Catedral. Fuentes de la empresa señalaron que las piezas se llevaron allí"por si resultaban útiles en algún momento al Ayuntamiento".


Según relataron desde Acciona, en un principio el material se depositó detrás del recinto ferial, pero la celebración de conciertos en ese lugar obligó a trasladarlo a la campa de la carretera de Alcañiz. La empresa estima que recoger ahora el material sobrante de obras requerirá hacer varios viajes en camiones."Todavía desconocemos a dónde podemos llevarlo", señalaron.


Junto a los adoquines permanecen también otros residuos de obras ya inservibles de los que Acciona no quiere hacerse cargo por no ser de su propiedad."Tenemos que hablar de nuevo con el Ayuntamiento porque hay materiales que son de otras empresas y hemos de ver cómo colaboramos entre todos y dejamos limpio el terreno", indicaron fuentes de la constructora.

 

Hornos mudéjares


La acumulación de materiales de obra junto a la carretera no es el único elemento antiestético de la entrada a Teruel. Poco antes de llegar al casco urbano se encuentran, abandonados, los hornos mudéjares que fueron extraídos en 2005 de su ubicación original -en la zona de la Nevera- en medio de una complicada y costosa operación. Estos alfares, de seis metros de altura y 150 toneladas de peso, están recubiertos con material aislante para su protección. A pocos metros de allí un cartel anuncia 'Teruel, destino piloto de excelencia turística'.


Aunque el Ayuntamiento quiere encontrar una ubicación adecuada para los hornos mudéjares que permita que estos sean visitados por el turismo, no hay una fecha para ello. El concejal de Urbanismo, Jesús Fuertes, declaró recientemente que"lo más urgente ahora es limpiar la campa municipal. El asunto de los hornos hemos de estudiarlo con el Departamento de Patrimonio".