ARTE ARQUITECTÓNICO

Las torres mudéjares deslumbran al público en su XXV aniversario como Patrimonio Mundial

La fiesta arrancó ayer con la contemplación de los monumentos desde las azoteas. A excepción del Salvador, las obras han sido iluminadas de forma especial.

La torre de San Martín, habitualmente cerrada, puede verse todo el fin de semana.
Las torres mudéjares deslumbran al público en su XXV aniversario como Patrimonio Mundial
ANTONIO GARCIA/BYKOFOTO

Un centenar de personas admiraron ayer tarde los principales monumentos de estilo mudéjar de la capital turolense de la mano de expertos guías y subiendo a las más estratégicas azoteas de la ciudad. La actividad, organizada por la Fundación Amantes, supuso el arranque de las celebraciones con motivo del XXV aniversario de la declaración de este estilo arquitectónico en Teruel como Patrimonio Mundial.


La fiesta tuvo también su reflejo a pie de calle, con la actuación por el Centro Histórico de los grupos musicales turolenses Alarifes y Esfuriatronadas, que llenaron la ciudad de acordes típicos de las culturas cristiana y musulmana que convivían en el Teruel del siglo XIV. Estandartes con la estrella de ocho puntas característica de la decoración cerámica mudéjar han sido colocados en los rincones monumentales más visitados mientras que algunos comercios se han sumado a la efeméride poniendo en sus escaparates motivos alusivos.


A excepción de la torre del Salvador, que se considera muy bien iluminada, hasta el próximo lunes contarán con un alumbrado especial todos los monumentos mudéjares de Teruel que en 1986 pasaron a integrar la lista de obras consideradas como un bien mundial. Así, la iglesia y la torre de San Pedro, la torre de San Martín y la torre, el cimborrio y el artesonado de la Catedral, tienen a su alrededor focos que aportan color al entorno y resaltan los elementos arquitectónicos y decorativos.


"Es un privilegio"


La visita a los monumentos desde las azoteas comenzó en la Logia del Museo. Fue allí -con la Catedral al fondo sobre un rojo atardecer- donde los arquitectos Antonio Pérez y José María Sanz calificaron de "privilegio" el hecho de que el mudéjar de Teruel forme parte del Patrimonio de la Humanidad. "Junto con los Amantes, es el bastión para que el visitante venga y lo contemple", dijo Pérez. Ambos profesionales fueron los encargados en 1984 de preparar la documentación para solicitar ante el Ministerio de Cultura la correspondiente declaración oficial. Recordaron que utilizaron el modelo de la Catedral de Jaén, la cual aún no ha sido incluida, mientras que la Acrópolis de Atenas lo consiguió un año después que Teruel, en 1987, y la ciudad austriaca de Salzburgo, en 1990.


El recorrido incluyó la terraza de la Escuela de Hostelería, donde los visitantes recibieron un detalle gastronómico. El público quedaba extasiado en la azotea de la modernista Casa Ferrán, desde la que se podía contemplar una imponente torre del Salvador a la vez que se escuchaban las melodías de raíz árabe del grupo Les Morenillas. El balcón principal del Seminario, una casa particular de la plaza del Obispado o la sede de Cáritas -donde actuó el grupo Ruta Rock'in Blues- fueron otros de los escenarios.


"Es una visión distinta y maravillosa del mudéjar", afirmó una de las asistentes, Encarna Revilla. Otra mujer, Luisa Esteban, señaló que el recorrido le había permitido "redescubrir" este estilo arquitectónico. Para María José Benajes la visita resultó "una pasada de bonita". Los actos continúan hoy con un paseo nocturno por la ciudad.