Tercer Milenio

En colaboración con ITA

VOLUNTARIAS

Las mujeres de Torralba fabrican vidrieras para potenciar el patrimonio religioso local

Un grupo de vecinas participan en un taller que construye la decoración para los ventanales de la iglesia parroquial. El asesoramiento de una artesana y la documentacion de Internet han sido las claves del éxito.

Un grupo de mujeres de Torralba de los Sisones trabaja en el taller de construción de vidrieras para la iglesia parroquial
Las mujeres de Torralba fabrican vidrieras para potenciar el patrimonio religioso local
ESTÍBALIZ CENTENO

En Torralba de los Sisones, un pequeño pueblo de la cuenca de la laguna de Gallocanta, desde hace un mes un grupo de mujeres de la localidad ha tomado las riendas de la restauración del patrimonio religioso local. Se ha puesto manos a la obra para realizar 10 nuevas vidrieras destinadas a la iglesia parroquial de San Pedro.


El proyecto se iniciaba cuando comenzó la restauración interior de la iglesia y comprobaban el mal estado en que se encontraban las viejas vidrieras. El Ayuntamiento, que llevaba a cabo las labores de restauración, se puso en contacto con las amas de casa de Torralba y les proponía la idea de realizar unas nuevas vidrieras. “Enseguida conseguimos el apoyo de muchas mujeres y comenzamos con la tarea”, afirma Pilar López, concejala.


Antes de comenzar con el diseño de las vidrieras conocieron el trabajo que se había realizado en la vecina iglesia de Bello. “Tenemos que dar las gracias a Amada, de Bello, porque nos enseñó como teníamos que comenzar y vimos su trabajo”. Ninguna de las mujeres que está trabajando en este proyecto había realizado este tipo de manualidad, por ello tuvieron que investigar las técnicas. “Sorprende ver que hay gran cantidad de información en Internet sobre vidrieras religiosas. Seleccionamos dibujos y a partir de ahí elegimos”.


El primer paso fue ampliar los dibujos que habían elegido y sobre ellos colocaron los cristales para comenzar a perfilar con el hilo de cobre que dibuja las diferentes formas de las vidrieras. Respecto a la elección de los temas, reconoce que desde el principio contaron con el apoyo del párroco de la localidad, que muchas tardes les visita para ver el desarrollo de las vidrieras.


Fueron conscientes de que realizar caras y manos iba a ser complicado; por ello seleccionaron alegorías del Nuevo y Antiguo Testamento. “La iglesia de San Pedro cuenta ya con muchas imágenes en su interior y podíamos correr el riesgo de sobrecargar”, admite Pilar mientras retoca una espiga dibujada en un vidriera.


Se encuentran en la última fase del proceso, que es dar color a las composiciones. Esta fase es minuciosa y es la que más tiempo les está llevando. “Comenzamos con los cuatro colores primarios, luego vimos la necesidad de ir introduciendo más colores pero fue complicado elegirlos ya que hay que mantener un equilibro en las composiciones”.


Tienen terminadas la mitad y esperan poder tener colocadas las 10 vidrieras a mediados del mes de abril, momento en el que habrán terminado los trabajos de pintura dentro de la iglesia. Pilar López y sus compañeras del taller nunca imaginaron realizar este trabajo en tan poco tiempo y menos encontrar el compromiso de tantas mujeres. “El coste de estas vidrieras -dice- no llegará ni a 1.000 euros, ya que la mano de obra afortunadamente no se cuenta”.


En la Comarca del Jiloca ha habido más casos de restauración mediante voluntarios. Bello ha sido el referente para este grupo de mujeres y las vidrieras de la iglesia parroquial de Fuentes Claras fueron realizadas desde un taller organizado por la Asociación de Amas de Casa de esta localidad.