ABASTECIMIENTO DE AGUA

La Puebla de Valverde se queda sin agua por la sequía y recurre a las cisternas de los bomberos

La alcaldesa, molesta por la falta de respuesta a sus repetidas peticiones de ayuda desde 2008 para una nueva traída.

Un bombero vacía el agua del camión cisterna en uno de los depósitos municipales de La Puebla.
La Puebla de Valverde se queda sin agua por la sequía y recurre a las cisternas de los bomberos
J. ESCUDERO

Los bomberos de Teruel abastecen de agua a La Puebla de Valverde desde el pasado miércoles tras el agotamiento de los manantiales que suministran a la localidad debido a la sequía. Las cisternas del parque de extinción de incendios de la capital realizaron ayer media docena de desplazamientos para cubrir las necesidades de la localidad, con 570 habitantes censados pero que durante el puente festivo de Reyes casi duplica la población. La Puebla, situada a 22 kilómetros de Teruel, es el núcleo más poblado que recibe agua con tanques desde el pasado verano, pero el problema amenaza con extenderse si las lluvias se retrasan.


La alcaldesa, Marisa Fuertes, señaló que el desabastecimiento se veía venir porque la captación municipal de balsa de La Val, que recoge agua de manantiales, ha experimentado una continuada caída de caudales por la falta de lluvias. Fuertes (PP) se mostró indignada por la falta de respuesta del Instituto Aragonés del Agua a las peticiones formuladas "desde hace tres años" para reforzar el suministro con la construcción de una nueva traída.


Ante la falta de reservas, el Ayuntamiento recabó el apoyo de la Diputación Provincial, que, desde el pasado día 4, aporta el agua necesaria a través del parque de bomberos. Las cisternas han vaciado en torno a 300.000 litros de agua en los depósitos municipales y, si no llegan las ansiadas lluvias, el servicio deberá continuar indefinidamente para garantizar el agua de boca y también para el sector hostelero y el secadero de jamones de la localidad.


Aunque de momento no se han impuesto restricciones al consumo, el Ayuntamiento ha cortado el agua en las fuentes públicas como medida de ahorro. La alcaldesa hizo un llamamiento a un uso "prudente y racional" del agua pero cuestionó la oportunidad de cortar el suministro a las casas a determinadas horas. Esta opción hace que muchos vecinos llenen todo tipo de recipientes cuando el agua sale del grifo con lo que el ahorro es mínimo.


La alcaldesa criticó la pasividad del Instituto Aragonés del Agua ante sus peticiones de ayuda. "Desde 2008 pedimos una solución para garantizar las necesidades del pueblo a partir de un proyecto elaborado por la Diputación Provincial, pero no nos han hecho ningún caso hasta llegar a esta situación, que ya se veía venir". La localidad cuenta con un sondeo de abastecimiento pero no lo puede utilizar por inconvenientes técnicos. Fuertes explicó que sería necesaria una inversión de 500.000 euros para poner en servicio otra perforación y conectarla con los depósitos del Ayuntamiento. La alcaldesa protestó porque ahora la DGA puede argumentar que no dispone de fondos, "pero cuando tenía dinero no atendió las solicitudes de La Puebla".


Los vecinos, de momento, apenas acusan los problemas de abastecimiento porque no se han producido interrupciones del suministro. Natalia Guillén, propietaria de un bar, reconoció que las dificultades "se veían venir porque ni llueve ni nieva, y la balsa de La Val se ha secado". La mujer resaltó que es la primera vez que el pueblo recibe agua con cisternas.


Marisa Fuertes señaló que cortar el agua sería "un desastre" para el pueblo en estas fechas, sobre todo para el sector hostelero al coincidir con la temporada de esquí. La alcaldesa resaltó la necesidad de cubrir las necesidades hídricas del secadero de jamones de la localidad, que consume 20.000 litros al día y "no se puede quedar sin servicio".