El grupo Térvalis proyecta abrir en Calaceite una bodega de vinos de calidad

El grupo empresarial Tervalis, que con sus orígenes en el campo de la agroquímica se ha convertido en la compañía más potente de Teruel y una de las más importantes de Aragón, se ha embarcado ahora en la producción vitivinícola. Proyecta la apertura de una bodega en Calaceite y los primeros vinos, procedentes de sus propios viñedos, han comenzado a comercializarse este año bajo la marca Lagar d'Amprius.

El proyecto arrancó en el año 2007 con las primeras plantaciones de vides, en una finca que en estos momentos dispone de 38 hectáreas en las que se cultivan distintas variedades de uvas con las que se elaboran vinos tintos y blancos. Los caldos van desde los más tradicionales de la zona, un tinto elaborado a base de garnacha y syrah; hasta los blancos más sofisticados con chadornnay y la alsaciana gewürztraminer.

El gerente de la finca, Pedro Casas, manifestó que Calaceite fue el lugar elegido para poner en marcha este proyecto, porque «la idea era elaborar un vino de Teruel y esta zona, por su clima, era muy apta para el viñedo. La finca, además, ya tenía una tradición en esta actividad, de hecho, cuando se adquirió había restos de cepas». Casas reconoce, no obstante, que el proyecto tiene ante sí un reto importante, sobre todo a nivel de promoción y difusión, por el desconocimiento que existe de la producción vinícola turolense. «La gente se extraña de que en esta provincia se elaboren vinos», afirma, tras añadir que «dar a conocer el origen y la marca es complicado, pero te lleva a ser muy exigente con la calidad. No hay que olvidar que en España hay una competencia tremenda; en estos momentos hay 44.000 marcas de vino diferentes».

Pese a todo, la aventura vitivinícola en Térvalis se desarrolla sin prisas, como ellos mismos reconocen. Este año, se han comercializado 56.000 botellas de vino. El blanco salió en marzo y el tinto en junio a un mercado interior, centrado en Teruel, Valencia y Zaragoza. Las previsiones apuntan que la cosecha de 2011 permitirá comercializar en torno 60.000 botellas.

Integrada en el entorno

Lagar d'Amprius se elabora actualmente a maquila, en la cooperativa de Valderrobres, unas instalaciones que, según Pedro Casas, reúnen todas las condiciones para sacar al mercado un «vino de calidad». El gerente señaló que la empresa se ha inclinado en principio por esta opción, por disponer todavía de una producción limitada. «Nuestra idea es tener la bodega propia, pero consideramos que no es el momento y que hay que esperar a tener un mercado más amplio».

La inversión prevista en la construcción de la bodega, un edificio ya diseñado con la madera y la piedra como elementos principales con la intención de que se integre en un entorno que recuerda a la región italiana de la Toscana, ascenderá a dos millones de euros. «Consideramos que este instrumento no es necesario hasta que no alcancemos una producción de unas 120.000 botellas», subrayó Casas.

Entre los proyectos futuros figura la obtención de la declaración de la denomianción de vinos de pago para Lagar d'Amprius. Se trata de una indicación geográfica española que certifica la calidad del producto, pero que para su obtención se requiere que los viñedos estén plantados un mínimo de ocho años y que la bodega esté situada dentro de la propiedad.

Actualmente, la producción vinícola del grupo, que está amparada bajo la denominación de vinos de la tierra del Bajo Aragón, se comercializa a precios asequibles. Pedro Casas afirma que se trata de un vino «sencillo, fácil de beber, que entra bien y no satura». Según señaló, en la configuración de los caldos ha primado la suavidad: «queríamos un vino que supiera a uva, con una presencia de madera en los tintos muy ligera».