El Ayuntamiento de Escucha recupera para servicios sociales la lujosa casa del médico

El facultativo, Luis Marín, la mandó construir con dinero público cuando era alcalde. Tenía dos chimeneas, gimnasio, yacusi e hilo musical.

Espacioso. La segunda planta, dedicada a salón y gimnasio, tiene la techumbre cubierta de madera y una gran chimenea. Mide, en total, 170 metros cuadrados. Las ventanas son abatibles.
El Ayuntamiento de Escucha recupera para servicios sociales la lujosa casa del médico
JORGE ESCUDERO

La lujosa casa del médico de Escucha, que el actual facultativo, Luis Fernando Marín, mandó construir con fondos públicos cuando era alcalde del municipio, entre 1999 y 2002, será destinada a diversos usos sociales, tales como apartamentos tutelados para ancianos, comedor social, centro de orientación de juventud o aula contra la drogodependencia.


Este es, al menos, el fin que persigue el actual Ayuntamiento de Escucha, cuyo alcalde y algunos concejales entraron ayer en la vivienda dando cumplimiento formal, así, del desahucio administrativo del médico aprobado en pleno en junio del año pasado.


Marín abandonó voluntariamente la casa hace algunas semanas sin devolver la llave al Ayuntamiento, por lo que un cerrajero tuvo que romper ayer dos cerraduras para que los ediles, que iban acompañados de la secretaria municipal, el arquitecto y el notario, pudiesen entrar.


El edificio alberga también el consultorio médico, ahora trasladado a un local provisional ante los problemas del Ayuntamiento para llenar el depósito de gasoil de la calefacción, poner en marcha la caldera del agua caliente o encender el módem que da servicio a los ordenadores del centro sanitario, servicios todos ellos instalados en las dependencias privadas a las que, lógicamente, el personal municipal no tiene acceso.


Marín diseñó una vivienda pomposa y muy alejada de la idea de funcionalidad, que ocupa cinco sextas partes del edificio. La cocina y la despensa tienen las paredes de mármol mientras que en el cuarto de baño había una bañera con yacusi que ha sido arrancada. En las habitaciones de dormir, cada una de un color distinto en estuco veneciano, hay enormes armarios empotrados con luz interior, uno de ellos de más de cinco metros de largo cuyas puertas son espejos. En los techos, multitud de focos halógenos -hasta 20 en uno de los dormitorios- y por toda la casa hilo musical. Del salón destaca su gran chimenea. Las persianas suben y bajan automáticamente.


El segundo piso -como el anterior, de 170 metros cuadrados de planta- estaba dedicado a salón y gimnasio. De nuevo se repite la gran chimenea, que, al igual que el techo, está forrada de madera. Aquí estaba la sauna, pero Marín se la ha llevado junto con las bañeras de hidromasaje argumentando que esos aparatos los costeó él de su bolsillo.


«Corriente y normalita»


«No me he llevado nada que yo no pagase. Solo he cogido lo que era mío», afirmó ayer en tono airado el que fuera durante 20 años alcalde socialista de Escucha. Marín afirmó que hizo una casa «corriente y normalita» con el único objetivo de que aquellos médicos que trabajasen en la localidad una vez que él se hubiera jubilado «tuvieran una casa digna». Agregó que el coste de la remodelación del consultorio y la vivienda «no superó los 300.000 euros y los mismos materiales se pusieron en el consultorio que en la casa».


El actual alcalde, Javier Carbó, de la CHA, calificó la jornada de ayer como «un día importante para Escucha en el que se ha puesto fin a un sistema dictatorial en el que el médico debía tener su casa por narices». Carbó recorrió el edificio junto con algunos concejales. «No hay en todo el pueblo un local como este para dar una charla o proyectar un audiovisual», exclamó mientras contemplaba el enorme salón diáfano de la segunda planta. Carbó explicó que los 300.000 euros invertidos en la casa procedían de las arcas municipales. Añadió que en la construcción hicieron prácticas los alumnos de la Escuela Taller.