PATRIMONIO

Alcorisa quiere que su museo sobre la escuela rural sea reconocido por la DGA

El centro, que abrió sus puertas en 2005, cuenta con un millar de objetos restaurados por 3.000 niños de la comarca.

Fernando Zorrilla, consejero de Cultura de la Comarca del Bajo Aragón, con bata de colegial.
Alcorisa quiere que su museo sobre la escuela rural sea reconocido por la DGA
MARTA AZANZA

Lleva cinco años en funcionamiento y, a pesar de que ya han sido miles de personas las que lo han visitado, el museo de la Escuela Rural de Alcorisa aún no es oficial en la provincia. El centro bajoaragonés es el único en toda la Comunidad Autónoma en el que se recrea cómo es un colegio de pueblo y su evolución histórica con escenarios reales.

En el museo se recogen cerca de mil piezas llegadas de distintos centros educativos de la provincia y de colecciones particulares. Son aportaciones de quienes han querido ceder sus viejos libros de texto o juegos tradicionales, como la oca, muñecas de trapo o una edición de los Juegos Reunidos de la década de los sesenta, entre otros muchos.

Todo en este centro, que abrió sus puertas en 2005 aunque comenzó a fraguarse en 1998, es auténtico. Los pupitres, los mapas de España en los que se diferencian por colores las zonas más afines al régimen durante la Guerra Civil, o un libro republicano escondido en el fondo del cajón del maestro, son otros elementos que evocan cómo era acudir a clase en 1956.

Pequeños detalles

"El museo está lleno de pequeños detalles que nos trasladan definitivamente a la escuela rural de hace 50 años", explicó uno de los responsables del centro, Salvador Berlanga, ex director del CRIET (Centro Rural Integrado de Escuelas de Teruel) de Alcorisa que dio impulso a la iniciativa. De hecho, gran parte de los elementos que configuran la muestra fueron restaurados por más de 3.000 alumnos de este centro bajoaragonés.

El museo cuenta con un espacio reducido en el que, sin embargo, no falta ningún elemento. El valor de los objetos que lo componen es "incalculable", según Berlanga. "Son muchos quienes lo sienten como propio tras haber donado algún elemento de su infancia que tenían olvidado en algún cajón", señaló el profesor alcorisano, quien aseguró que esta circunstancia le otorgaba un valor añadido.

En una reciente visita que autoridades y personalidades de la cultura realizaron al centro, ninguna de ellas pudo resistirse a la tentación de calzarse una bata de rayas y retratarse en un pupitre de los años cuarenta. Algunos de los asistentes que no perdieron la oportunidad fueron el director de cine Tom Fernández; la secretaria de Estado de Educación, Eva Almunia; o la presidenta de CHA, Nieves Ibeas.

Nuevas tecnologías

No solo la muestra se reduce a la escuela del pasado siglo XX. Las nuevas tecnologías, como los tablet PC que inauguraron en 2003 los niños de Ariño, se exponen junto a las antiguas máquinas de escribir o a los pizarrines y plumas de tinta china de los años 30. "El museo quiere representar la evolución de la escuela en los pueblos, y eso incluye introducir la tecnología más moderna que ha llegado a las aulas en los últimos años", tal y como señaló Berlanga.

El objetivo ahora de los responsables, y de todos los alcorisanos, según hizo saber la alcaldesa de la localidad, Julia Vicente, es que el museo de la escuela rural de Alcorisa "se defienda como uno de los principales elementos turísticos de la zona". Para ello, representantes municipales se reunirán en los próximos días con técnicos del Gobierno de Aragón con el fin de conseguir que el centro tenga, de forma oficial, la categoría de museo.

Hasta entonces, sus puertas seguirán estando abiertas a visitas organizadas de escolares pero, sobre todo, a familias completas. Según aseguró Berlanga, "el museo está pensado para que abuelos, padres y nietos acudan juntos a verlo y comprueben que, por muchas generaciones que se vayan sucediendo, la infancia y la escuela son siempre iguales para todos".