PASEOS EN FAMILIA

Una ruta monacal

De Nuévalos al Monasterio de Piedra, este paseo no solo aporta un itinerario pedestre, es también un magnífico recorrido fluvial con personalidad propia.

Gargantas y vega del río Piedra desde Nuévalos.
Una ruta monacal
PRAMES

Tras bordear el embalse de la Tranquera, la llegada a Nuévalos está marcada por la presencia de diversos establecimientos hosteleros. Sin embargo, el casco histórico de Nuévalos se encuentra en alto, sobre una proa rocosa que domina el río Piedra, a 733 m de altitud. Al subir por la calle reparar en el peirón de San Antonio y en la torre del castillo, de mampostería y tapial, que fue encomendado a la Orden del Santo Sepulcro. Perfectamente indicado por un poste señalizador, el camino se inicia junto a la farmacia de la localidad y una pequeña ermita dedicada al Cristo del Valle. Un poco más arriba se alzan la iglesia de San Julián y la casa del Obispo, hoy sede del Ayuntamiento, en el entorno de la plaza y fuente de Antonio Colás, fantástico mirador del último tramo de las gargantas del río Piedra y de su vega cultivada. De vuelta al comienzo del sendero, señalizado como GR 24, descender por la calle y luego camino, hacia los huertos que riega el Piedra. A la espalda, la iglesia de Nuévalos queda colgada sobre un rojizo acantilado de roca caliza, mientras el camino se interna entre saúcos, higueras, nogueras y latoneros. Junto a unas losas inclinadas, prestar atención para seguir, a la izquierda, las señales blancas y rojas del sendero de gran recorrido. Un denso soto de fresnos acompaña y da sombra al río Piedra en este tramo. El sendero pronto se aproxima al río y alcanza una pasarela de madera cuando llevamos unos 20 minutos desde el pueblo.

Es el tramo más estrecho de esta fenomenal garganta fluvial. Si cruzamos el río, el GR 24 se dirige a la cercana localidad de Ibdes, excursión también muy interesante (al otro lado del río se puede contemplar un característico colmenar ubicado en un covacho). El itinerario del monasterio de Piedra prosigue, sin cruzar el río, por la margen derecha orográfica. Más tarde el sendero, algo distanciado del río, atraviesa una zona de antiguos bancales, con muros de piedra seca, donde abundan almendros y latoneros. En menos de 30 minutos desde la pasarela se desemboca en una pista de tierra. Aunque obligatoriamente se ha de subir por la pista a la izquierda, se puede descender en 5 minutos hasta una visible estación de aforos para contemplar el viejo puente de los Frailes sobre el Piedra. El ascenso por la pista abre la perspectiva sobre el valle del Piedra. Junto a una piscina, la pista se hace asfaltada y, después, atraviesa bajo un magnífico paseo flanqueado de castaños de Indias. Un poco más adelante, tomar una pista a la derecha que se acerca hasta el mirador de la Cruz , que ofrece una excelente panorámica del parque natural que alberga el monasterio de Piedra: los meandros encajados del río están cubiertos de una frondosa vegetación ribereña que oculta el fragor de las cascadas. Tras el balcón, el camino pasa bajo la torre del homenaje y entra en el recinto monacal frente a la fachada de la antigua hospedería. Antes de retornar a Nuévalos se puede realizar la visita del monasterio de Piedra y de su famoso parque natural.

Es el tramo más estrecho de esta fenomenal garganta fluvial. Si cruzamos el río, el GR 24 se dirige a la cercana localidad de Ibdes, excursión también muy interesante (al otro lado del río se puede contemplar un característico colmenar ubicado en un covacho). El itinerario del monasterio de Piedra prosigue, sin cruzar el río, por la margen derecha orográfica. Más tarde el sendero, algo distanciado del río, atraviesa una zona de antiguos bancales, con muros de piedra seca, donde abundan almendros y latoneros. En menos de 30 minutos desde la pasarela se desemboca en una pista de tierra. Aunque obligatoriamente se ha de subir por la pista a la izquierda, se puede descender en 5 minutos hasta una visible estación de aforos para contemplar el viejo puente de los Frailes sobre el Piedra. El ascenso por la pista abre la perspectiva sobre el valle del Piedra. Junto a una piscina, la pista se hace asfaltada y, después, atraviesa bajo un magnífico paseo flanqueado de castaños de Indias. Un poco más adelante, tomar una pista a la derecha que se acerca hasta el mirador de la Cruz , que ofrece una excelente panorámica del parque natural que alberga el monasterio de Piedra: los meandros encajados del río están cubiertos de una frondosa vegetación ribereña que oculta el fragor de las cascadas. Tras el balcón, el camino pasa bajo la torre del homenaje y entra en el recinto monacal frente a la fachada de la antigua hospedería. Antes de retornar a Nuévalos se puede realizar la visita del monasterio de Piedra y de su famoso parque natural.