Las despedidas de soltero se disparan en Zaragoza con más de 20 por fin de semana

Un grupo de chicas saluda desde una limusina a una cuadrilla de jóvenes que, al ritmo de una charanga, baila por el paseo de la Independencia. Ni las primeras son las protagonistas de un gran estreno cinematográfico ni los segundos van de fiestas de barrio. Esta escena se puede ver cualquier fin de semana en Zaragoza por obra y gracia de las despedidas de soltero o de soltera, cuya presencia toman las calles de la capital aragonesa en esta época del año.

Los fines de semana de mayo y junio, principalmente, pueden verse entre 20 y 25 en la capital aragonesa, según señalan las empresas especializadas que se encargan de organizarlas. Los grandes grupos (casi siempre del mismo sexo), los disfraces, las ganas de juerga y (generalmente) las grandes ingestas de alcohol los delatan por el centro de Zaragoza. Según apuntan estas empresas, la ciudad se está poniendo de moda en los últimos años para organizar despedidas, por sus buenas comunicaciones y sus infraestructuras, pero sobre todo gracias a las actividades y a la marcha nocturna que ofrece.

En un paseo durante la tarde-noche de cualquier sábado por las calles del Tubo no es difícil encontrarse con varios grupos de despedidas de soltero, en ocasiones acompañados por una charanga, generalmente con camisetas 'conmemorativas' y con el futuro novio o novia disfrazado, casi siempre de la manera más ridícula posible.

Además de los grupos autóctonos, los más frecuentes son los llegados de País Vasco, Navarra y La Rioja, aunque también es frecuente ver gente de Lérida, Tarragona, Valencia o Madrid. José Justo, que ha visto pasar «miles de personas» de despedida por el albergue juvenil, señala que «Zaragoza es ideal por su situación». «Las despedidas suelen reunir a gente de muchos sitios, por lo que buscan una ciudad que venga bien a todos», destaca.

Además de animación -para algunos, demasiada-, las despedidas dejan en Zaragoza dinero. Habitualmente se gastan más de 200 euros por persona en solo dos días en la capital aragonesa. Solo en alojamiento, actividades, cena y espectáculos suelen desembolsar más de 100 euros, a lo que hay que sumar el gasto que se hace en copas durante todo el día.

Isabel García, de la empresa 'La caravana Zaragoza', cuenta que «todos quieren complementar su fin de semana con actividades o espectáculos». Así, según destaca, las despedidas de chicos suelen acudir durante el sábado a hacer karts, paintball, una capea, rafting en el parque del Agua... Mientras que por la noche no suele faltar un 'striptease' -subido de tono, humorísitico o una mezcla de los dos-. Las chicas optan en ocasiones por una sesión de spa, un salón de belleza, una tarde del llamado 'tupper-sex' para comprar artículos eróticos...

«Apenas hay quejas»

Por la noche, en ninguno de los dos casos suele faltar una buena cena, algunas de ellas en locales casi exclusivos para despedidas como Los Bestias, en la calle de Princesa. Javier, de la página web www.despedidassolteros.es, dice que en esta época del año organizan «siete u ocho despedidas todos los fines de semana», y que en Zaragoza puede llegar a juntarse «20 o 25 tranquilamente». Cree que esta situación no llegará a crear un problema de saturación, como ha ocurrido en otros sitios. «No suelen ser conflictivos, apenas hay quejas».

Eso no quita para que a altas horas de la madrugada, en el Casco o en la zona de Doctor Cerrada, los niveles de alcoholemia ya sean sobresalientes. Tanto que en algunas discotecas de la ciudad prohíben entrar a estos grupos, por los disfraces y por las posibles molestias a la clientela.