‘Play’, ‘pause’, ‘stop’ no son ya palabras ajenas al lenguaje textil. Con hilos conductores se pueden bordar botones de dispositivos electrónicos en prendas de vestir. Situados, por ejemplo, en la manga de una chaqueta –como las comercializadas por la empresa de confección textil Cooked in Barcelona–, al presionarlos se acciona, a través del hilo conductor, el Ipod situado en el bolsillo interior.

También teclados de ordenador textiles y enrollables son ya una realidad próxima, tanto bordados como confeccionados por impresión con tintas conductoras y que tienen similares propiedades y aplicaciones.

Aunque no siempre interesa que los hilos sean buenos conductores de la electricidad. A veces se busca todo lo contrario, como explica Vicenç Llobet, del Centro Tecnológico Cetemmsa, de Mataró (Barcelona): «Los hilos semiconductores presentan resistencia al paso de la electricidad, por lo que se calientan. Eso permite elaborar tejidos calefactables para asientos de coche, por ejemplo. Así se acota la zona que se va a calentar, evitando perder energía por disipación entre la resistencia eléctrica tradicional interior y el exterior del asiento».