Tercer Milenio

En colaboración con ITA

¿Podríamos vivir sin ellas?

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EINSTEIN Y LAS ABEJAS

Una de las frases atribuidas a Albert Einstein dice: «Si las abejas desaparecieran de la faz de la tierra, el hombre solo tardaría cuatro años en desaparecer». Quizás pueda parecer exagerado, pero su importancia sigue estando ahí. Y es que las abejas son fundamentales para la polinización de las plantas. De hecho, un informe de la FAO aseguraba que, de las cien especies vegetales que suponen la base alimenticia del planeta, 71 son polinizadas por las abejas. No es difícil imaginar, aunque sea a grosso modo, lo que su ausencia provocaría en el ecosistema. (Y el problema no nos sería lejano: España posee más de 2 millones de colmenas, el 17% de toda la Unión Europea). Por ello, y vista la disminución observada en su población, la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural del Parlamento Europeo aprobó a finales del año pasado una primera propuesta destinada a solucionar esta alarmante situación en el sector de la apicultura. Entre otros puntos, promete un plan de acción sostenible que ayude a combatir la mortalidad de la población de abejas, incluyendo ayudas a la polinización y más fondos para el sector.


Por cierto, parece que la frase apocalíptica de Einstein nunca salió de su boca. Fueron unos apicultores belgas los que, a mediados de los noventa, se la atribuyeron para llamar la atención sobre sus reclamaciones.