Tercer Milenio

¿Manchas o biología pura?

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Estas manchas pueden ser determinantes para relacionar al sospechoso con la escena del crimen o exculpar a un inocente
forense
CARLOS MUñOZ

SOSPECHAS CONFIRMADAS

Las linternas de luz polarizada hacen posible que manchas biológicas como semen, orina o fluido vaginal, cambien de color o produzcan fluorescencia, facilitando el proceso de localización. Con una antorcha de luz láser polarizada, por ejemplo, podemos contemplar la escena del crimen desde una nueva perspectiva, encontrando indicios imposibles de ver a simple vista.


Este tipo de linternas ponen de relieve, curiosamente, la fosforescencia natural del líquido seminal. La fluorescencia y fosforescencia del semen está relacionada con la presencia de los aminoácidos tirosina y triptófano, de la flavina y, en ocasiones, de la bacteria Pseudomona fluorenscens. El semen también contiene pequeñas cantidades de una molécula fluorescente llamada colina.


Sin embargo, cuando se trata de encontrar rastros de sangre, la técnica más fiable –comenzó a desarrollarse en 1937– es el luminol, una solución química extremadamente sensible. Este reactivo –derivado del ácido ftálico– provoca que, al contacto con la sangre, las partículas de hierro se vuelvan fluorescentes. Pulverizando luminol se produce quimioluminiscencia: los rastros adquieren un brillo azulado. Algo similar ocurre en la naturaleza en las reacciones de bioluminiscencia, como en el caso de las luciérnagas y diversos organismos marinos.