Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Hacia un tratamiento personalizado para las enfermedades raras

Cuando nace un bebé, la prueba del talón determina si sufre fenilcetonuria o PKU, una rara enfermedad metabólica congénita. Se necesitan pruebas adicionales para conocer la mutación concreta de cada caso y muchos sacrificios para mantener la enfermedad a raya. El grupo Protmol del BIFI de la Universidad de Zaragoza investiga la eficacia de nuevas terapias para diseñar tratamientos personalizados para cada enfermo. Buscan financiación a través de la campaña ‘Ningún paciente de fenilcetonuria sin un tratamiento eficaz’.

La prueba del talón se encarga de diagnosticar si un bebé padece fenilcetonuria
La prueba del talón se encarga de diagnosticar si un bebé padece fenilcetonuria
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La fenilcetonuria o PKU es un enfermedad rara, un trastorno metabólico hereditario. De los 408.384 bebés que nacieron en España en 2016, unos 40 sufren fenilcetonuria. Uno entre 10.000. La probabilidad de ser agraciado con el sorteo de la lotería de Navidad es 1 entre 85.000.

¿Qué les sucede? Les falta o no funciona bien la enzima fenilalanina hidroxilasa (PAH), encargada de transformar la fenilalanina –aminoácido presente en prácticamente todas las proteínas– en tirosina. La acumulación de fenilalanina, muy tóxica para el sistema nervioso, conlleva daños neurológicos muy graves, como retraso mental y psicomotor.

Desde el mismo momento en que la prueba del talón diagnostica esta enfermedad, los bebés deben seguir una estricta dieta sin proteínas que no contempla ni lácteos ni carnes ni pescados, entre otros muchos alimentos.

En el mejor escenario posible –un tercio de los casos–, se puede tratar la enfermedad con el único fármaco existente, Kuvan. Para los dos tercios restantes trabaja el grupo de investigación dirigido por el catedrático Javier Sancho, director del Instituto de Investigación en Biocomputación y Física de Sistemas Complejos (BIFI) de la Universidad de Zaragoza.

Su equipo busca un tratamiento eficaz y personalizado a cada mutación concreta del gen a través de unos compuestos que activan la PAH. Colaboran con asociaciones de pacientes de fenilcetonuria (como la aragonesa ARAPKUTM) y médicos especialistas para tener una visión 360º de la enfermedad.

Para lograr su objetivo, iniciaron en agosto una campaña de ‘crowdfunding’ en Precipita, la plataforma pública de micromecenazgo de Fecyt. Todavía se puede contribuir para que esta investigación se haga realidad hasta el 14 de noviembre.

¿Qué significa padecer fenilcetonuria?

El diagnóstico de la fenilcetonuria supone el inicio de una estricta dieta que el paciente deberá llevar de por vida. Entre los alimentos ‘prohibidos’ están los lácteos (quesos, yogures, leche…), la carne, el pescado, los huevos, es decir, la inmensa mayoría de los alimentos que ingerimos diariamente. No cumplir con esta dieta conlleva daños neurológicos gravísimos, como retraso mental, pero seguirla tampoco está exento de problemas.

Solo un tercio de los afectados por fenilcetonuria responden al único tratamiento existente, el fármaco Kuvan. Eso quiere decir que la mayoría de los enfermos deben controlar inexorablemente su alimentación. Los niños afectados por fenilcetonuria sufren grandes restricciones en situaciones sociales habituales, desde el comedor escolar hasta un evento social común como puede ser un cumpleaños. Una nueva terapia mejoraría enormemente su calidad de vida.

¿Por qué buscamos nuevos tratamientos?

La fenilcetonuria es un trastorno metabólico hereditario causado por fallos en la actividad de la enzima PAH. Solo existe un fármaco para esta rara enfermedad, pero únicamente un tercio de los pacientes responden a él. Esto se debe a que cada enfermo tiene una mutación concreta del gen. Hay que tener en cuenta que la enzima PAH se crea con información procedente de los genes tanto de la madre como del padre. Así, desde los años setenta hasta hoy se han descrito casi 1.000 variantes de la enzima PAH.

Por ello, necesitamos conocer la mutación específica de cada paciente para poder ofrecerle una terapia personalizada, más específica y más eficaz. Para lograrlo, nuestra investigación evaluará la eficacia de nuevas chaperonas farmacológicas que hemos identificado ensayando uno a uno grandes colecciones de compuestos químicos. Los más activos serán sintetizados para validar su eficacia en cultivos celulares y en modelos animales de la enfermedad.

El siguiente paso sería plantear la realización de ensayos clínicos que lleven a desarrollar nuevos fármacos. Esto supondría que los enfermos de fenilcetonuria no requirieran suplementos alimentarios especiales ni tuvieran alimentos prohibidos. La calidad de vida de los pacientes y también la de todo su entorno mejoraría sustancialmente.

¿A qué se destinará el dinero de las donaciones?

El dinero recaudado a través de Precipita será destinado íntegramente a la contratación de un graduado en Biotecnología o Ciencias Biológicas que se dedicará a tiempo completo a realizar ensayos para evaluar la eficacia de las chaperonas farmacológicas identificadas por el grupo de investigación Protmol.

El objetivo mínimo del proyecto se estableció en 4.000 euros. A día de hoy supera los 6.800 euros en donaciones, pero sigue luchando por llegar al objetivo óptimo de 20.000 euros, que le permitiría una contratación de un año, el plazo estimado por los investigadores para saber si las nuevas chaperonas son eficaces en los casos de pacientes que no responden al fármaco Kuvan.

Además, los resultados obtenidos se presentarán a las asociaciones de pacientes de fenilcetonuria para que afectados y familiares comprendan mejor la enfermedad y las terapias disponibles.

Javier Sancho Director del Instituto de Investigación en Biocomputación y Física de Sistemas Complejos (BIFI) de la Universidad de Zaragoza

SE BUSCA APOYO
PROYECTO ‘Ningún paciente de fenilcetonuria sin un tratamiento eficaz’ es el cuarto proyecto de la Universidad de Zaragoza en la plataforma de ‘crowdfunding’ Precipita. OBJETIVO Desarrollar nuevos y más eficaces tratamientos para los pacientes de fenilcetonuria CÓMO Las donaciones se canalizan a través de la plataforma Precipita. Se puede colaborar hasta el 14 de noviembre en esta webRESULTADOS En dos meses ha recibido más de 6.800 euros en donaciones. Solo queda un mes más para llegar al objetivo óptimo de 20.000 euros.Con la colaboración de la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Zaragoza
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