Tercer Milenio

En colaboración con ITA

La fórmula de la canción perfecta

La ciencia tiene cada vez más claro cuál es ese factor X que hace que una composición llegue al 'hit-parade' estival y se convierta en la canción del verano o en el single más sonado del año. Si lo tuyo es la música, toma buena nota.

¿Por qué unas canciones triunfan y otras no?
¿Por qué unas canciones triunfan y otras no?
Michael Coghlan

¿Recuerdas qué hacías durante el verano de 1996? Fuera lo que fuera, seguro que en la radio no dejaba de sonar 'Wannabe', el éxito de las Spice Girls que lideró las listas de ventas estivales aquel año. Y que, según un estudio reciente de las universidades holandesas de Ámsterdam y Utrecht basado en la web Hooked on Music, se puede considerar la canción más fácil y rápidamente reconocible de la historia del pop. Basta escucharla 2,3 segundos para identificarla.

¿Pero qué hace que una canción nos deje huella? ¿Por qué algunos temas ascienden rápido a lo más alto del hit parade mientras a otros les cuesta hacerse hueco? ¿Hay una fórmula secreta del triunfo musical? Hace unos años, un equipo de ingenieros de la Universidad de Bristol (Reino Unido) decidió analizar con ayuda de inteligencia artificial lo que tienen en común las mejores canciones de los últimos 50 años para identificar el secreto del éxito. Lo que obtuvieron fue una ecuación que tiene en cuenta el tempo, el ritmo, la duración de la canción, la intensidad, el nivel de estridencia y ruido, la complejidad de la armonía y de los acordes, y así hasta 23 rasgos cuantificables. La fórmula acertaba en un 60% de los casos prediciendo el éxito o fracaso de una composición. Suficiente para deducir que no se llega a la cima del panorama musical por puro azar.

Eso sí, los datos mostraban que la receta mágica musical no es perenne. Algunas cosas cambian. Por ejemplo, antes de la década de los ochenta las baladas podían liderar el top ventas, pero a partir de los noventa solo las canciones bailables han conseguido ascender a lo más alto. Parece que ahora lo que queremos es que la música nos haga mover el esqueleto. Además de que el compás no se complique: en los últimos 25 años triunfan los ritmos binarios simples, concretamente el tiempo 4/4.

Menos es más

En lo que se refiere a instrumentos musicales, a veces menos es más. Joseph C. Nunes, de la Universidad de California del Sur (EE. UU.), demostró hace poco que las canciones que más opciones tienen de ser un hit son las que incluyen o bien uno o dos instrumentos, o bien más de cinco. Usando de tres a cinco instrumentos, que es el estándar, cuesta más destacar. Y si además la canción incorpora segundas voces, el ascenso en las listas de éxitos es mucho más veloz.

Si la letra del tema se repite más que el ajo, las opciones de dar la campanada se multiplican. Repasando los números uno desde 1958 hasta 2012, Nunes y sus colegas llegaron a la conclusión de que suelen triunfar las letras que repiten varias veces una frase o algunas palabras sueltas. Normalmente, con la misma melodía e idéntico ritmo. El 'estribillo machacón', después de todo, ha demostrado ser un acierto.

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