A Atómico García le fascinaban los escarabajos, las mariposas, las libélulas... Pero consciente del peligro que corren algunos insectos por el coleccionismo, optó por realizar insectos de papel -fieles absolutamente a los reales- y colocarlos en marcos imitando a los auténticos cuadros entomológicos para que, si alguien quiere tener una colección, los compre reproducidos en papel.

Así nacía el proyecto INSECTIA en el que se dan la mano la artesanía y la divulgación científica en piezas de papel (papel calado, concretamente) y madera. "En el primer caso, las partes anatómicas de los insectos son recortadas y ensambladas dándole volumen y un aspecto más real", explica en una entrevista para Principia. Para divulgar con ellos, cada insecto que hace se acompaña de una tarjeta con un texto, en el que se explica la taxonomía, dónde vive, de qué se alimenta y algunas curiosidades. Un trabajo meticuloso y metódico que, como reconoce García, exige paciencia, algo que él mismo asegura que lleva "en el ADN hasta que la epigenética diga lo contrario".