Parece mentira, pero hasta hace muy poco los cirujanos y todo el equipo de quirófano permanecían de pie aunque la operación durara ocho horas. A veces usaban taburetes convencionales que no lograban evitar el cansancio de cuello, espalda y piernas del personal. Ahora tienen Sdmed, una silla dinámica que se adapta a los movimientos corporales y al espacio de los quirófanos y que acaba de ser validada por ingenieros de la Universidad de Zaragoza. Muchos hospitales ya la han probado. El Miguel Servet es uno de ellos. Su supervisora de quirófano, Pilar Alvo, asegura que “el uso de esta silla supone una mejora importante en las condiciones de trabajo”.

Es como una banqueta alta, pero no tiene nada que ver. La silla Sdmed, fabricada en Zaragoza por Vitaldinamic, permite moverse y desplazarse en todas las direcciones y pasar con facilidad de estar sentado a apoyado o de pie, cambios posturales que le vienen de perlas al personal de quirófano y, de rebote, al paciente. “Relaja y evita dolores posturales, facilitando la concentración en el trabajo -explica Juan Bellvis, CEO de Vitaldinamic-. Al poder trabajar de pie apoyado y/o sentado, tendrá las piernas relajadas y las rodillas no están sometidas a presión”.

La silla, de color verde quirófano y fabricada con materiales antibacterianos, tiene altura regulable y bascula hacia todos sus lados, por lo que está indicada para cualquier tipo de cirugía. Los médicos y enfermeros que la han probado para su validación dicen sentarse del todo cuando operan alguna de las extremidades, estar apoyados en intervenciones de neurocirugía y de pie intermitentemente cuando llevan a cabo una operación profunda de abdomen.

Las necesidades del personal médico han guiado el trabajo de los ingenieros. También sus problemas de salud derivados de la prolongada bipedestación en quirófano. Alvo los enumera: “Cuello y zonas dorsal y lumbar con problemas musculoesqueléticos; y problema de retorno venoso en las extremidades inferiores”.

¿Y cuáles han sido las comprobaciones que ha hecho sobre el diseño el grupo Idergo de la Universidad de Zaragoza? "Primero le pusimos al cirujano sensores de movimiento para ver su actividad -cuenta José Manuel Auría, de Idergo-; además de la captura de movimiento, utilizamos una plataforma de fuerzas para comprobar que el peso de las piernas se descarga en la silla entre un 30 y un 80%; y también empleamos una manta de presiones para ver qué presión ejerce el cuerpo sobre el asiento y cómo se distribuye".

Personal del Servet, el Clínico Lozano Blesa, la MAZ, la Clínica Montpellier de Zaragoza y el Instituto de Medicina Legal, entre otros, ha hecho posible la validación de esta silla, de la que se han vendido ya miles por todo el mundo. Vitaldinamic prepara otras para fábricas y oficinas. La empresa y el grupo de investigación Idergo comparten objetivo: facilitar la vida de las personas en sus puestos de trabajo.