Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Si generas poca basura, pagarás menos por la recogida

La gestión inteligente de residuos se podría acoplar, vía Internet de las Cosas, a sistemas de recogida neumática como el que ya existe en Valdespartera.

Buzón con lector de tarjetas instalado en Bergen (Noruega)
Buzón con lector de tarjetas instalado en Bergen (Noruega)
Envac

Amigos, se acerca el día en que pagaremos por la recogida de nuestras basuras según el uso que hagamos del servicio, poco o mucho. Mediante sensores, un nuevo sistema inteligente identifica al usuario, el tipo de residuo que se deposita y su peso. Se ha hecho realidad en la ciudad noruega de Bergen, donde la prosaica recogida de residuos urbanos se acaba de conectar al Internet de las Cosas y ha empezado a organizarse por sí sola.

La empresa Envac se ha propuesto extender por el mundo esta gestión emancipada de las basuras; en primer lugar, por las ciudades o barrios que ya tienen instalado el sistema neumático de recogida de basuras. En Aragón, Valdespartera.

En este barrio zaragozano construido en 2007 con el sobrenombre de ‘ecociudad’, Envac instaló dos sistemas de recogida neumática de basuras que prestan servicio a unos 22.000 vecinos de 13.400 viviendas. En sus tuberías subterráneas de fibra de carbono, la basura es arrastrada por una corriente de aire, a 70 kilómetros la hora, desde las casas hasta una central de recogida. Carlos Bernad, presidente de Envac Iberia, cuenta que es esta tecnología la que se ha conectado al Internet de las Cosas y ha abierto las puertas a la inteligencia artificial. El sistema se autocontrola y automejora. Para él, “la mayor revolución en siglos” en la gestión de residuos urbanos.

La recogida neumática, de la que Envac es líder en el mercado, está presente en España en más de setenta instalaciones, como las de Valdespartera, en veintiocho ciudades. Todas ellas se harán pronto inteligentes, funcionarán por sí solas, se reprogramarán sobre la marcha para optimizar su funcionamiento y generarán así ahorros para el ciudadano y las administraciones públicas. El servicio que ofrece esta empresa sueca permite al usuario pagar por el uso exacto del sistema, “por la generación de basura en peso y volumen”, explica Bernad.

Cada buzón lleva incorporado un lector para tarjetas. El sistema identifica en tiempo real al usuario y contabiliza las veces que utiliza el servicio y el volumen de residuos depositados. Esos datos son mandados en tiempo real al Ayuntamiento para poder facturar de forma individualizada.

“Mediante el uso de algoritmos -añade-, será el propio sistema el que decida a qué horas deberá llevarse a cabo la recogida. Para ello, efectuará un cálculo de las frecuencias de apertura de los buzones y compuertas y planificará de manera automática su propio funcionamiento, prescindiendo de la participación de operarios. De esta manera, se reducirá de forma muy importante el consumo energético y los costes de explotación asociados a la recogida de basuras”. Los buzones, instalados dentro o muy cerca de los edificios, son las cajas donde el usuario deposita la basura. Y puede haber para distintos tipos de residuos, los cuales llegan por las tuberías hasta un almacén situado ya fuera de la ciudad, próximo a la central final de tratamiento.

Desaparecen los camiones de basura que recorren las ciudades emitiendo CO2 y malos olores. Desaparecen también los contenedores. Estos son los planes. Para los impulsores de esta innovadora tecnología, “son muchos los beneficios medioambientales y para la circulación en las ciudades”. Nada que ver con la actual recogida de basuras, “que en muchas ciudades se hace igual que en la Edad Media -dice Carlos Bernad-, con la única diferencia de que hemos sustituido los carros por los vehículos propulsados por gas o gasoil”. Mientras avanzamos hacia el futuro, el sistema inteligente ya instalado en Bergen seguirá aprendiendo por sí solo para hacerlo cada vez mejor. Es una 'learning machine'.

De momento, ya ha ganado el premio Energy Globe de la Unesco y Naciones Unidas, elegido entre 1.500 proyectos de 178 países. Los ayuntamientos deciden si se suben antes o después a este carro.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión