Si ves un punto rojo en la pantalla, presiona inmediatamente el pulsador. Pulsa después cuando veas el segundo punto rojo de dos consecutivos. Y, ahora, si ves que dos puntos van a chocar, pero pulsa en el momento mismo del choque. Sobre todo, no pierdas de vista el punto rojo a pesar de la rápida sucesión de figuras geométricas y de los sonidos estridentes que escuchas al mismo tiempo. El test Linze acaba de llegar a las empresas para evitar riesgos laborales.

Si tu trabajo puede generar accidentes mortales y siempre que el comité de empresa esté de acuerdo, pronto tendrás en tu entorno laboral este test, cuya validez, según sus autores, depende en gran parte de su sencillez. Los empleados de General Motors y Arcelor Mittal han sido los primeros en comprobarlo. Premap, autora de esta herramienta de prevención de riesgos, eligió esas dos empresas para desarrollarla y validarla.

"Dicho por los propios operarios: la mitad de los accidentes mortales se produce por distracción, descuidos, despiste y falta de atención". El psiquiatra Antonio Lobo, que ha dirigido la parte científica del test, ha puesto así voz a las cifras: 2.528 accidentes graves y 360 mortales en el primer semestre de 2016, según los últimos datos del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Lobo asegura que Linze "no es para arremeter contra el trabajador", sino que "se basa en el respeto al operario y funciona con confidencialidad".

Resistencia a la monotonía

Lo que mide este test, que en pantalla parece un inocente juego de habilidades para niños pequeños, es "la resistencia a la monotonía". En pocos minutos sabes "si puedes conducir un toro o una carretilla, si tienes probabilidades de causar daño a un tercero, o provocar un accidente con mucha gente implicada si eres, por ejemplo, controlador aéreo, o si un error puede causar la muerte inmediata a una persona, como sucedería en una intervención de cirugía cardiaca".

Lo cuenta David López, coordinador de Ergonomía de Premap y uno de los investigadores del proyecto Linze. Los resultados del test, que se agrupan en esos cuatro niveles de aptitud, resultan de la medición de variables como la anticipación, la rapidez, la capacidad de concentración... "El trabajador también puede solicitar someterse a la prueba si no se encuentra bien".

Si el test te impide realizar tu trabajo, la prueba se repite a los quince minutos y a las dos horas. "Pero el trabajador no resulta perjudicado", reitera Antonio Lobo. "Se trata de adaptar el trabajo a la persona y no al revés, para tranquilidad de todos". El Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón custodiará la base de datos resultante.

Premap ha trabajado con la Universidad de Zaragoza en el desarrollo del software, que ha durado años, según cuentan sus autores, en busca de una visión poliédrica de los accidentes laborales y de la máxima efectividad. Ahora, la Universidad, a través de su Cátedra de Prevención Premap, impulsará la implantación de la herramienta en las empresas.

"Con Linze, vamos a aumentar la cultura de la no distracción -augura Lobo-, porque el trabajador realizará a menudo el test y lo tendrá muy en cuenta". Conductores de grúas, de maquinaria de elevación de cargas, de autobuses, pilotos de avión, controladores aéreos, manipuladores de elementos químicos, cirujanos... pueden someterse a la prueba "a pie de actividad" y teniendo en cuenta que, "a partir de los 45 años, estamos expuestos a muchas circunstancias que reducen nuestras capacidades", advierte el psiquiatra.