Tercer Milenio
En colaboración con ITA
El dron picaflor
Ingenieros japoneses han creado un polinizador artificial. Un diminuto robot volador del tamaño de un colibrí recolecta el polen de una planta.
Los insectos polinizadores están en apuros. Un 40% de los más pequeños, como las abejas y las mariposas, se encuentran en serio peligro de extinción. De ahí que, en paralelo a las múltiples iniciativas para preservarlos, a un equipo de ingenieros japoneses expertos en nanotecnología se les haya ocurrido una forma de ofrecerles refuerzos: crear polinizadores artificiales.
Según explicaban a principios de febrero en la revista 'Cell', el prototipo es un diminuto robot volador con un gel líquido que permite que se camufle en función al color de su entorno y que polinice las flores de manera similar a sus homólogos naturales, es decir, dejando que los granos se 'peguen' en sus patas. Perfecto para transportar el polen de una flor a otra. El dron tiene el tamaño de un colibrí y cuatro palas giratorias que le permiten volar. Después de mucha práctica, los científicos consiguieron maniobrar con él para que cogiera con sutileza el polen de una planta, en concreto un lirio silvestre (Lilium japonicum). Eso sí, de momento no es capaz de fabricar miel. Aunque todo se andará.