Un caminante blanco de 'Juego de Tronos' arrastra su esqueleto desnudo por la tierra, apartándola enloquecidamente con las manos; se acercan a los hombres, acechan los Siete Reinos, buscan la guerra. Un segundo y medio de esta escena cuesta hacerlo más de cien horas. Eso tardó Antonio Lasala, informático y creativo de Mad Mouse Studio, la empresa zaragozana que ha puesto su experiencia al servicio de ese gran laboratorio americano de efectos visuales que es 'Game of Thrones'.

La cadena estadounidense HBO puede permitirse emplear a un centenar de expertos en 3D para generar veinte minutos de cine. Los datos nos los da Antonio Lasala. En su pequeño estudio, diez personas trabajaron a tiempo completo durante un mes para hacer avanzar medio metro a los caminantes blancos. “Es un proceso muy laborioso”, dice Lasala; ni que lo jure.

Era la penúltima temporada de la serie, concretamente el capítulo ocho. La empresa Ranchito, encargada de reclutar expertos en efectos visuales en España, había llamado a la puerta de Mad Mouse. Tenían que ayudar a caminar a los muertos vivientes de Juego de Tronos. El compañero y socio de Lasala David Blanco ha seguido en la serie hasta esta última temporada, “creando efectos dentro del 3D, efectos de partículas, explosiones, humo, agua..., realismo e integración”.Confidencialidad

Tampoco pueden contar mucho de su trabajo para HBO. Para explicar cómo se crean esos efectos especiales, Antonio Lasala emplea otro ejemplo: “Nos piden que recreemos una calle con un coche que explota y entonces hacemos un simil de esa calle y de ese coche en 3D; y a eso le aplicamos un programa de explosiones, de simulación de fluidos, para generar un fogonazo, fuego y humo”. Esto son muchas horas delante del ordenador. “Todo paramétrico, por puntos; y hay que dar muchas vueltas para refinar la imagen y lograr la explosión real”.

A Lasala, que estudió en La Almunia, a David Blanco, que cursó realización en los Enlaces, y a José María Yus, el administrador de Mad Mouse, les gustaría hacer videojuegos, pero el día a día los lleva por otros derroteros. Tienen un cliente fuerte al que sirven el 3D en bandeja y para el que, incluso, están preparando una herramienta de simulación para formación. Es Clínica Pardiñas, un centro odontológico de Galicia que confía desde hace años a Mad Mouse su imagen y difusión, formando un tándem de empresas pionero.

Especialista en iluminación 3D y en composición de vídeo (unión de vídeo normal y 3D), Antonio Lasala reconoce estar deslumbrado por “la magia del cine”, por esos trucos que nos hacen ver lo que no está en este mundo. Y en sus planes de futuro junto a Mad Mouse Studio está también el cine comercial de animación.