El primer premio Don Bosco en la categoría de Construcción recayó en el proyecto de Antonio Alda. Este sargento especialista en Telecomunicaciones en la Academia de Calatayud, se forma en Electrónica para complementar su carrera, lo que le llevó a idear un router CNC de bajo coste que todo estudiante o aficionado pudiera reproducir en su casa para practicar la fabricación de placas electrónicas de manera automatizada y con una calidad semiprofesional, sin tener que usar productos corrosivos o peligrosos.

«Los routers CNC comerciales, que en el mercado valen alrededor de 1.500 euros, no están al alcance de un estudiante. Pero aprovechando materiales reciclados como la madera para la estructura, una vieja impresora de la que se reutilice el motor y las guías; y un ordenador que funcione, aunque se haya quedado obsoleto, se puede montar un router CNC casero. A mí me salió todo por menos de 90 euros», explicó el ganador del primer premio que, cuando tenga algo de tiempo, promete compartir en un blog los planos de construcción de la máquina e instrucciones.

‘Everyhand’ es una articulación ortopédica robótica automatizada impresa en 3D con poliácido láctico, que actúa mediante motores de corriente continua y con unos sensores electromagnéticos que reciben datos de los músculos responsables del movimiento de la mano.

«Queríamos hacer algo para que las personas con alguna amputación en las manos ganaran en autonomía. Ya hemos mandado prótesis a México y ahora acabamos de entregar una para un niño de Zaragoza», contaba orgulloso Josu Gutiérrez.

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