Tercer Milenio
En colaboración con ITA
Tu sexto sentido
Todos tenemos un sexto sentido: la propiocepción, que nos hace ser conscientes de nuestro propio cuerpo aunque no lo veamos.
¿Crees que otras personas tienen un sexto sentido y tú no? Te equivocas. El sexto sentido es universal y no tiene nada de esotérico. Se llama propiocepción, y su misión no es otra que permitirnos saber constantemente cómo están nuestros músculos, la posición de nuestras articulaciones, la tensión en los tendones, etc. En definitiva, a él le debemos saber en qué posición está nuestro cuerpo aunque no lo veamos. Como nos cuenta Pablo Berrecheguren en el último capítulo de 'Neurocosas', a diferencia de la mayoría de los sentidos clásicos, no tiene estructuras muy concretas como los ojos, la lengua o la nariz. En lugar de eso, la propiocepción cuenta con ramificaciones nerviosas distribuidas por todo el cuerpo entre las capas del músculo esquelético, articulaciones o tendones.
Estos nervios disponen de mecanoreeceptores, es decir, receptores que se activan frente a cambios físicos como un estiramiento, un aumento o disminución de la tensión, etc. Aunque es un sentido tan integrado en nosotros mismos que cuesta un poco comprenderlo, su importancia se ve claramente en los pacientes que lo pierden: son incapaces de controlar su cuerpo. Les cuesta mantenerse en pie, fallan al realizar cualquier tipo de movimiento, agarre, y para compensarlo tienen que concentrarse en cada movimiento, incluso ver la parte del cuerpo que están moviendo.