Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Apadrina un arbusto en el Jardín de la Galaxia

La divulgación ambiental, la astronomía y la participación ciudadana crecen juntas en el Jardín de la Galaxia, que reproduce a escala la Vía Láctea delante del Planetario de Pamplona. Tercer Milenio se convirtió en ‘jardinero del cosmos’ y plantó uno de sus 200 arbustos, pasando a formar parte de una iniciativa que aporta una nueva perspectiva del verdadero tamaño del Universo.

El Sol tendría en el jardín el tamaño de un átomo
El Sol tendría en el jardín el tamaño de un átomo
Art and photography by Jon Lomberg

"Nuestra galaxia es tan grande que no podemos salirnos de ella para hacerle una foto". No es de extrañar: de un extremo a otro, la Vía Láctea mide 100.000 años-luz. "El Sistema Solar está inclinado respecto al plano de la galaxia, como cuando tiramos una moneda sobre la hierba de un campo de fútbol y puede caer en cualquier dirección... Solo que si el Sistema Solar fuera una moneda de un centímetro de diámetro, la galaxia sería tan grande como 1.000 campos de fútbol". Con monedas, campos de fútbol y años-luz, Fernando Jáuregui, astrofísico del Planetario de Pamplona (el Pamplonetario para los amigos), trata de que nos hagamos una idea de las magnitudes del Universo más cercano, nuestra propia galaxia, la casa del planeta Tierra. Pero cuesta un poco. "Soy el tío que da vértigo", al hablar de cosas tan grandes, bromea.

¿Y si hiciéramos una réplica a escala de la Vía Láctea donde más de 200 arbustos representaran las distintas regiones de la galaxia, con sus estrellas, nebulosas y cúmulos? El Ayuntamiento de Pamplona, en colaboración con el planetario, construye en el parque Yamaguchi el Jardín de la Galaxia.

Sigue un modelo creado por Jon Lomberg en Hawai y adaptado por el Servicio de Jardines a Pamplona, con la intención de "trascender desde un jardín a lo más inmenso", dice Mikel Batzán, responsable de Jardines del Ayuntamiento de aquella ciudad.

En la espiral vegetal que reproduce la forma de nuestra galaxia, el Sistema Solar ni siquiera tendría el tamaño de un arbusto. "Todo él, enterito, cabría en una célula de la hoja del arbusto en el que se ubicaría el Sol, que no sería mayor que un átomo de hidrógeno –explica Jáuregui–. Las estrellas que vemos estarían en los arbustos de al lado, a unos 43 cm del Sistema Solar".

jardín de la galaxia

El Sol tendría en el jardín el tamaño de un átomo. Art and photography by Jon Lomberg

Ese arbusto tan especial del jardín, donde estarían el Sol y la Tierra, se ha dejado para el final. Cada uno de los 200 arbustos del Jardín de la Galaxia está apadrinado por una entidad educativa, colectivo o asociación, y se pretende que el último sea plantado "por una entidad que nos represente a todos: la ONU".

Tercer Milenio amadrinó el pasado sábado 18 de febrero un rosal de Siria (Hibiscus syriacus). En nombre de todos los lectores y colaboradores del suplemento de HERALDO, su función en el Brazo Exterior de la galaxia, donde se ubica, es representar las nebulosas.

jardín de la galaxia

Equipo del planetario, junto a Mikel Batzán, Pilar Perla y el recién plantado rosal de Siria de Tercer Milenio. Foto: Pamplonetario

Ese mismo día, se convirtieron también en ‘jardineros del cosmos’ la Asociación Española de Comunicación Científica, la Cátedra de Cultura Científica del País Vasco, las jornadas de Divulgación Innovadora D+i o el Club de Amigos de la Ciencia de Navarra, entre muchos otros.

Para apadrinar un arbusto "y sentir que la galaxia es un poco de todos", en palabras de Fernando Jáuregui, basta con inscribirse a través de la web del planetario.

Grandes y pequeños

Rosales de Siria, Aucuba japonica, Eleagnus ebbingei y algunos palmitos y sauces representan las nebulosas, el fondo estrellado, cúmulos globulares y nubes de polvo..., pero, sobre todo, lanzan dos mensajes. El de nuestra pequeñez frente a la inmensidad del espacio: "Somos una mota de polvo y nos creemos importantes", resume Mikel Batzán. Y añade: "Como pequeña civilización perdida en la galaxia, tenemos que pensar en unidad". Pronto, este jardín pamplonés, "además de proporcionar bienestar, biodiversidad, calidad de vida, ocio..., nos dará cultura, cultura científica".

Cambio de escala
El Jardín de la Galaxia tiene, como la Vía Láctea, forma espiral. La nuestra es, concretamente, una galaxia espiral barrada (tiene una banda central de estrellas brillantes ) y con una masa de 1012 veces la del Sol. Sus 30,48 metros de anchura equivalen a 100.000 años-luz. Es decir, 1 metro representa 3.280,84 años-luz. Un solo centímetro, 32,8 años-luz. En el centro del jardín, una fuente simbolizará el agujero negro supermasivo del centro de la galaxia, de 4 millones de veces la masa del Sol. Más de 200 arbustos se están plantando formando los brazos espirales de la Vía Láctea: Sagitario, Norma, Centauro, Orión, Perseo, brazo Exterior. Las hojas moteadas de los arbustos elegidos –Aucuba japonica y Eleagnus ebbingei– remiten al fondo estrellado, con al menos 100.000 millones de estrellas. Distribuidos por los brazos, a los Hibiscus syriacus o rosales de Siria les toca representar el papel de las nebulosas. Sauces moteados japoneses (Salix integra ‘Hakuro Nishiki’) simularán las nubes de gas y polvo. Los airosos penachos de diez Cordyline indivisa ‘Red Star’ destacarán en altura por encima del resto de arbustos, como buenos cúmulos globulares. La gravilla oscura sobre la que podrán pasear los visitantes del Jardín de la Galaxia simbolizará la materia oscura.
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