Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Errores informáticos caóticos

En ocasiones, un error de software o hardware tiene consecuencias catastróficas.
En ocasiones, un error de software o hardware tiene consecuencias catastróficas.

En 1991, la plataforma petrolífera Sleipner A, de la compañía Statoil, sufrió un fallo catastrófico. Su casco original se derrumbó durante la última fase de construcción, sus cámaras de flotabilidad implosionaron y los restos golpearon el lecho del fiordo noruego con una fuerza equivalente a la de un seísmo de tres puntos en la escala de Richter. Aquel accidente, del que milagrosamente nadie salió herido, fue provocado por un fallo de software, concretamente del programa Nastran, que tuvo errores de cálculo de un 47% nada menos. Y no es el único fallo informático que ha tenido consecuencias importantes.


El blog NeoTEo se hace eco de los que, a su juicio, son los cinco errores de software o hardware más fatídicos de la historia, incluyendo el del software defectuoso del Departamento de Justicia estadounidense que liberó a casi 1.500 criminales o la plataforma de radioterapia Therac-25, que causó la muerte de cinco personas porque los códigos erróneos de su programa, sumados a errores de ingeniería, hicieron que bombardeara a los pacientes con una dosis cien veces más alta de la necesaria.

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