Muchas de las imágenes que guardamos en nuestras retinas acerca de cómo es el espacio exterior no proceden de fotografías sino de creaciones de los artistas gráficos de la NASA, la ESA y otras agencias espaciales. No cabe duda de que ese 'arte espacial' tiene una misión divulgativa clave. ¿Pero hasta qué punto lo que nos muestran estos ilustradores encargados de ofrecer una perspectiva humana de la astronomía y la astronáutica se ajusta a la realidad? ¿Podemos confiar en los coloridos panoramas espaciales que luchan por nuestra escasa atención entre titular y titular en los medios? Como nos cuenta Iván Rivera en Naukas, va a ser que no... Y no solo porque los fantásticos colores de las imágenes de nebulosas y galaxias vistas por el Hubble son irreales, aunque justificados si tenemos en cuenta que son necesarios para percibir de un primer vistazo matices sutiles que nuestros ojos, tan diferentes de los instrumentos científicos, podrían perderse. Hay otros ejemplos en los que las imágenes artísticas muestran algunos 'esperpentos espaciales'. Para demostrarlo, Rivera analiza varias imágenes concretas. Entre ellas una reconstrucción de Europa, el satélite de Júpiter, en la que aparece al fondo Júpiter. "Júpiter a contraluz queda francamente bonito, pero su cara oscura sería casi completamente invisible", reflexiona Rivera. Aunque sin duda Saturno es el más maltratado por los artistas. Las imágenes del planeta de los anillos visto desde Titán no responden a la realidad. "Resulta que los anillos y todas las lunas grandes de Saturno excepto Jápeto están, esencialmente, en el mismo plano (el del ecuador saturniano). Eso haría que desde cualquiera de ellas los anillos serían siempre invisibles. 73.000 km de anchura, pero un solo kilómetro de grosor -y eso, como máxim-o. Si queremos ir a Saturno y disfrutar de anillos lo mejor es parar en Jápeto", aclara Rivera.