El próximo lunes, 30 de octubre, comienza en Aragón la campaña de la vacunación de la gripe, que apenas alcanza al 56% de los mayores de 65 años y al 19% de los profesionales sanitarios, porcentajes que el Gobierno autonómico considera necesario incrementar.

Un porcentaje que en el caso de los profesionales de la sanidad es "lamentable" y que "no deja de ser un contrasentido", como ha reconocido el director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, durante la presentación de la campaña de la gripe de la temporada 2017-2018.

Falo ha reconocido que es una vacuna cuestionada porque a veces tiene niveles de protección inferiores a los de otras, pero es "la única medida preventiva de la que se dispone" y es efectiva para disminuir mortalidad y complicaciones graves.

"La gripe siempre llega, es el proceso que a más gente afecta en un periodo limitado de tiempo, algo con lo que hay que convivir pero para el que existen herramientas de protección: vacuna y medidas de higiene, pilares básicos de la protección", ha destacado el director general de Salud Pública.

Para la nueva campaña, el Gobierno de Aragón ha licitado, con una inversión de 900.000 euros, 255.000 dosis de vacunas, de las que 95.000 son intradérmicas (para personas institucionalizadas y mayores).

La vacuna para esta temporada sigue incorporando dos cepas A (H1N1 y H3N2) y una B, y es diferente a la de la temporada anterior únicamente la cepa AH1N1.

Salud Pública recomienda vacunar con carácter general a todos los mayores de 65 años y a personas institucionalizadas (centros de mayores o sociales donde la transmisión del virus es mayor), a los menores de esa edad con enfermedades pulmonares, metabólicas, trastornos cognitivos o cardiovasculares, entre otros, así como a las mujeres embarazadas, donde los tratamientos están más limitados.

Además de a quienes pueden transmitir la gripe a otras personas (profesionales de la salud y de centros geriátricos, cuidadores de enfermos crónicos o estudiantes en prácticas), también se deben vacunar trabajadores expuestos directamente a aves o a cerdos en explotaciones pecuarias y a aves silvestres.

El año pasado se vacunaron 150.743 mayores de 65 años (el 55,9 %) y 48.025 menores de esta edad, además de un 19 % de los sanitarios, sin incluir las inoculaciones que el Salud suministra para los servicios esenciales, Ayuntamiento o Defensa.

El objetivo de la Sanidad Aragonesa es que la vacunación alcance al 65% de los mayores del 65 años y al 40% de los profesionales sanitarios, por lo que, en este último caso, Falo ha apelado al sentido de responsabilidad "para no contribuir desde el ámbito sanitario a transmitir la enfermedad".

Aunque la campaña de vacunación finalizará el 15 de diciembre, a partir de esa fecha los centros de salud todavía podrán seguir administrándola.

El director general de Salud Pública ha informado de que desde 2010 la circulación del virus de gripe ha coincidido a finales de año o principios del siguiente y, en el caso de la temporada pasada, coincidió con otros virus en el momento de mayor apogeo, a lo que ha atribuido el colapso de los servicios médicos que se produjo en esas fechas.

En este sentido, el gerente del Servicio Aragonés de Salud, Javier Marión ha recordado que los primeros puntos a los que hay que acudir son los consultorios y centros de atención primaria, "donde van a resolver y se evita así el colapso de otros servicios".

Marión ha recordado que la población ya puede citarse directamente en los centros de salud para vacunarse y a partir del día 30 también a través de la página web.

El año pasado la cepa predominante fue la H3N2 y afectó a poblaciones más jóvenes y este año, hasta estas fechas, no se ha detectado todavía el virus de la gripe, aunque Falo ha reconocido que hay más gérmenes que producen procesos catarrales, típicos en el inicio del curso escolar.

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