El abuso de antibióticos contribuye a desarrollar obesidad y diabetes

La excesiva asepsia y una alimentación con exceso de grasas provoca cambios en el intestino.

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Oliver Duch

Las alteraciones en la microbiota y la pérdida de la biodiversidad en el intestino (disbiosis) que se han producido en las últimas décadas por hábitos como el uso abusivo de antibióticos y alimentos grasos podrían contribuir de forma importante en el desarrollo de enfermedades tan prevalentes como la obesidad, la diabetes mellitus y otras inmunológicas --como alergias-- y del sistema nervioso central.

Lo ha explicado el jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, Francisco Tinahones, durante el 59 Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (Seen), que se celebra en el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona hasta el viernes, ha informado el Seen en un comunicado.

"Nuestro estilo de vida ha hecho que la microbiota se maltrate por el uso abusivo de antibióticos, la excesiva asepsia y el cambio de alimentación, con mayor abuso de alimentos ricos en grasas", ha considerado Tinahones, coordinador del área de Lípidos y Riesgo Cardiovascular de la Seen, en la mesa 'Microbiota, un órgano escondido dentro de otro órgano'.

Una microbiota intestinal saludable y equilibrada es fundamental para asegurar una función digestiva adecuada, ya que estas bacterias contribuyen a aislar el organismo del medio externo para que no entren sustancias tóxicas que "están relacionadas con enfermedades prevalentes en el siglo XXI", como las metabólicas -como la obesidad y la diabetes-, las autoinmunes -como la artritis reumatoide, esclerosis múltiple o alergias-, y con enfermedades neurocognitivas.

El estado nutricional y fisiológico de la madre durante el embarazo y la lactancia juega un papel fundamental en la programación de la salud de su descendencia, ha explicado la doctora Carmen Collado en la mesa, en la que ha destacado que alteraciones en la microbiota materna podrían ser transmitidas al recién nacido a través del parto y posteriormente durante el período de lactancia.

Dieta mediterránea

"Un adecuado ambiente nutricional y microbiano en el entorno materno-infantil es crítico para la promoción de la salud infantil y del futuro adulto", ha recalcado la experta, especialmente durante los 1.000 días de vida, en los que ha recomendado una alimentación adecuada por su impacto enorme en la programación metabólica, inmunológica y microbiana, afectando a la salud, desarrollo físico e intelectual del niño y del futuro adulto.

Existen muchas líneas experimentales y estudios clínicos sobre cómo restablecer la microbiota, como la mezcla de probióticos, prebióticos y simbióticos, pero Tinahones ha destacado como el recuso más significativo un cambio en el estilo de vida, ya que "un patrón de dieta mediterránea modifica la microbiota de forma saludable".

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