Guerra de aires acondicionados: ¿cuál es la temperatura ideal?

Todos los veranos se repite la misma batalla en oficinas y lugares de trabajo: encender o no el aire acondicionado y la temperatura a la que se coloca. Un debate que puede llevar a grandes conflictos.

Todos los veranos, el calor y el aire acondicionado crean conflictos.
Todos los veranos, el calor y el aire acondicionado crean conflictos.
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La guerra de los aires acondicionados es un fenómeno que se repite todos los veranos. En los lugares de trabajo, la puesta en marcha o no del aire acondicionado y la temperatura a la que se coloca puede llevar a grandes conflictos.

Rafael González, ingeniero industrial colegiado, explica que la temperatura correcta se encuentra entre los 23 y los 25 grados. Cada grado que bajemos el termostato supone un 7% más en gasto de energía, afirma. Que todas las personas de una sala estén cómodas depende del lugar que ocupen en la estancia: Si la habitación está a 25 grados pero a una persona le cae justo encima el chorro de aire, su sensación térmica va a ser muy inferior. La sensación podría asemejarse a cuando en invierno sopla cierzo y, aunque la temperatura no sea muy baja, notamos mucho más el frío.

La potencia de los aparatos instalados es un elemento fundamental para que la refrigeración de una estancia pueda llevarse a un nivel térmicamente cómodo. "Un split colgado de la pared es útil para una habitación de 10-12 metros cuadrados, pero no sirve para una estancia más grande, como suele ser una local comercial o un bar", afirma el experto. En estos casos, es frecuente que, para intentar enfriar la estancia, se coloque el termostato a muy baja temperatura, pero eso no logrará refrescar el espacio y, por el contrario, hará sentir frío a quien ocupe un puesto cercano al lugar por el que sale el aire, según este experto.

Poner el aire acondicionado a tope para enfriar rápidamente tiene un efecto muy relativo y consume muchísimo más, es como quemar gasolina en el coche para correr más. Para González es mucho mejor mantener el aire acondicionado a unos 27 grados y, una vez estemos ya ocupando la estancia, bajarlo a 23-25 grados; el consumo será drásticamente inferior y el confort térmico se alcanzará mucho antes. "Si refresca por la noche, aprovecharemos para tener las ventanas abiertas, aireando la habitación o, si no puede ser, abriremos nada más lleguemos a la oficina para que se airee y salga el calor", añade el experto.

Jugar con los flujos cruzados, abriendo puertas y ventanas para que se creen corrientes, también ayudará a lograr una sensación refrescante.

Un buen mantenimiento de la instalación de aire acondicionado hará que cumpla bien la función de refrigerar. Para ello, González recomienda "limpiar los filtros de aire antes de la puesta en marcha del equipo, en primavera. También conviene hacer una buena limpieza de las baterías de los equipos. Estos son trabajos sencillos y para los que con una intervención anual bastará", señala. Cada 3-4 años "será necesario limpiar la maquinaria, controlar el refrigerante, etc y para eso sí debemos llamar a un experto", concluye.

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