Un cirujano fallece en un supuesto ataque con gas en un hospital sirio

La semana pasada, varias facciones rebeldes e islámicas iniciaron una ofensiva contra posiciones de los leales al Gobierno de Damasco en el norte de Hama.

El cirujano Ali Darwish se ha convertido en el último trabajador sanitario que fallece en Siria mientras desempeñaba su labor, después de que su hospital fuera objetivo ayer de un supuesto ataque con gas cloro, reveló hoy a Efe uno de los médicos que lo atendieron.

Su colega, el doctor Abdalá Darwish, trabajaba en el centro sanitario de la localidad de Kafr Zita, en el norte de la provincia central de Hama, cuando le avisaron de que se había producido un ataque con gas cloro en Al Latmane, a unos 5 kilómetros.

"El bombardeo ocurrió ayer sobre las 15.00 hora local (13.00 GMT); un helicóptero lanzó un barril con gas cloro delante de la entrada del hospital de Al Latmane", afirmó Darwish, que es también responsable de la Dirección de Sanidad de Hama, que opera en las áreas fuera del control del Gobierno en la región.

En Kafr Zita atendieron a los afectados por al ataque en Al Latmane, entre ellos el médico Ali Darwish, quien perdió la vida mientras era trasladado a la frontera con Turquía para ser tratado en otro centro, tras haber inhalado un gran cantidad de gas cloro.

Aparte del facultativo, también pereció otro paciente del Hospital Quirúrgico de Al Latmane.

Ese centro se ubica en un local en el bajo de un edificio, lo que facilitó que el gas penetrara en sus instalaciones: "El gas cloro normalmente permanece en las plantas bajas, por ello hay que subir para protegerse de él", detalló Darwish.

El medico destacó que otra de las medidas para protegerse en este tipo de ataques es huir en dirección contraria al olor del gas.

En Siria es habitual que los hospitales se sitúen en los sótanos y en los bajos de los inmuebles para protegerse de los bombardeos, pero estas precauciones no sirvieron para resguardar al personal del Hospital Quirúrgico de Al Latmane.

Y es que toda casi toda su plantilla, unas 32 personas, resultó afectada con síntomas de asfixia por el bombardeo, además de algunos de los pacientes, según los datos proporcionados por Darwish.

"Tuvimos que quitarles la ropa, porque estaba impregnada de gas, y la tiramos fuera del hospital", subrayó.

El médico precisó que el gas cloro desprende un olor característico y que los afectados presentan síntomas como náuseas, dificultad para respirar, rojez en los ojos y, en algunos casos, espuma en la boca.

Tras este ataque, el Hospital Quirúrgico de Al Latmane ha quedado fuera de servicio y Darwish calcula que por lo menos tardará un mes en volver a funcionar.

La Dirección de Sanidad de Hama emitió un comunicado en las últimas horas en el que achacó a los efectivos gubernamentales sirios la responsabilidad del bombardeo.

Darwish recordó que no es la primera vez que Kafr Zita y Al Latmane son blanco de supuestos ataques con sustancias químicas ya que "entre 2014 y 2015 hubo unos 12 bombardeos con gas cloro".

Explicó que actualmente no hay combates en estas poblaciones, ya que estos se localizan en otras partes de la provincia como Qamhani y Machdal, a unos 15 o 20 kilómetros.

La semana pasada, varias facciones rebeldes e islámicas iniciaron una ofensiva contra posiciones de los leales al Gobierno de Damasco en el norte de Hama.

Los ataques contra hospitales y personal sanitario son frecuentes en el territorio sirio.

Durante el año 2016, hubo al menos 273 ataques aéreos directos y 700 indirectos contra centros médicos en Siria, de acuerdo a un informe presentado ayer en Ginebra por parte de la ONG francesa Unión de las Organizaciones de Socorro y Auxilio Médico (UOSSM).

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