Tercer Milenio

En colaboración con ITA

El consumo de cannabis puede reducir la densidad ósea y producir fracturas

Un estudio escocés muestra que los consumidores abusivos de esta droga tienen un mayor riesgo de osteoporosis debido a la reducción del índice de masa corporal y al adelgazamiento de los huesos.

El consumo recurrente de cannabis es casi cuatro veces superior en hombres que en mujeres
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Antonio García/Heraldo

Investigadores de la Universidad de Edimburgo (Escocia) han encontrado que el consumo regular de cannabis puede asociarse a una menor densidad ósea que podría favorecer un mayor riesgo de fracturas de huesos, según publica la revista 'American Journal of Medicine'.


Asimismo, el estudio también encontró entre los consumidores abusivos de cannabis un menor peso y una reducción del índice de masa corporal (IMC), lo que también podría contribuir a un adelgazamiento de los huesos y podría explicar por qué tienen un mayor riesgo de osteoporosis.


En su estudio incluyeron a 170 personas que fumaban marihuana de forma habitual, con una finalidad recreativa, y 114 que no podían considerarse consumidores de esta droga. Los autores utilizaron un escáner de rayos X para medir su densidad ósea.


Así, vieron que la densidad de los huesos de los grandes consumidores de cannabis era un 5% más baja que la de los fumadores de tabaco que no consumían cannabis. Asimismo, las fracturas fueron más comunes entre los consumidores de marihuana habituales pero no en los que eran más moderados, cuya tasa era similar a la de los no consumidores.


Los autores clasificaron como grandes consumidores a quienes estimaban haber fumado cannabis más de 5.000 veces en su vida, a pesar de que el consumo medio de los participantes en el estudio eran unas 47.000 veces.


En cambio, los moderados eran aquellos que la consumieron unas mil veces.


Estudios previos han asociado el consumo de cannabis a un aumento del apetito, de ahí que los investigadores se sorprendieran de encontrar más grandes consumidores con un menor peso e IMC que los que no fumaban cannabis, lo que podría deberse a que en realidad acaba reduciendo el apetito cuando se consume en grandes cantidades durante mucho tiempo.


Los autores aseguran que se trata del primer trabajo que estudia y vincula el consumo de cannabis con la salud ósea, si bien admiten que se necesitan más estudios para confirmar si hay una relación directa entre ambos factores.


"Sabemos desde hace tiempo que los componentes del cannabis puede afectar a la función de las células óseas, pero hasta ahora no se sabía que eso puede afectar a las personas que lo consumen de forma regular", ha reconocido Stuart Ralston, investigador de Genómica y Medicina Experimental que ha coordinado el trabajo.


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