Los niños españoles, más expuestos al mercurio del pescado que la media

El mercurio tiene efectos muy tempranos, ya desde la gestación, en el desarrollo neurológico de los niños.

Los responsable del estudio instan a actuar con mayor responsabilidad en el diseño y uso de productos químicos en el medio ambiente.
Los expertos calculan en 10.000 millones de euros anuales, solo en la UE, las pérdidas ocasionadas por esos efectos.

Los niños españoles están expuestos a mayores niveles de mercurio, a través del pescado que comen, que la media europea, ha denunciado este jueves Joan Grimalt, organizador de la red internacional sobre Salud Infantil, Medio Ambiente y Seguridad (INCHES en sus siglas en inglés).


Grimalt, profesor de investigación del CSIC en el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA), ha explicado que "el pescado del Mediterráneo tiene niveles altos de mercurio, a veces incluso por encima de los niveles recomendados para el consumo humano por la UE, lo que hace que, dada la tradición de consumo de pescado en España, los niños españoles están expuestos a niveles de mercurio mucho más altos que los del resto de la UE".


Durante el encuentro de INCHES, que celebra hasta mañana su reunión trienal en Barcelona y en el que participan 150 expertos, el epidemiólogo de la Universidad de Copenhague, Philippe Grandjean, ha explicado que los peces actuales tienen cinco veces más mercurio que en la época preindustrial.


"Reducir los niveles de mercurio en el mar llevaría décadas, y pasaría por un cambio de política ambiental muy complejo", ha avisado Grandjean.


Por eso, el experto ha dicho que la mejor forma de proteger a los niños es "proteger a las madres gestantes, dándoles el conocimiento para que reduzcan su consumo de pescado y proteger así a sus hijos".


"Una lata de atún tiene niveles muy altos de mercurio. En algunos países ya se incorpora un aviso alertando de ello", según Grandjean.


También la formación de los médicos, para que estos puedan a su vez informar a sus pacientes, es otra estrategia planteada por Rosa María Llull, directora del Instituto de Nutrición y Alimentación de las Islas Baleares, institución que optó por esa formación cuando vieron el bajo nivel de formación de los médicos (sólo un 10% estaba bien informado del tema).


Dado que los beneficios del consumo de pescado siguen compensando su consumo, otra estrategia es la recomendación de comer pescado que esté en los niveles más bajos de la cadena alimentaria, como los mejillones o los peces pequeños, ya que acumulan menos mercurio.


Esa medida beneficiaria, a su vez, a la preservación de la biodiversidad marina y de los recursos pesqueros, según los expertos.


Diversos estudios han acreditado que el mercurio tiene efectos muy tempranos, ya desde la gestación, en el desarrollo neurológico de los niños, que rinden menos en el aprendizaje y puede afectarles con trastornos de comportamiento, así como una reducción del cociente intelectual.


Los expertos calculan en 10.000 millones de euros anuales, solo en la UE, las pérdidas ocasionadas por esos efectos y reclaman que se consideren esas pérdidas, así como el riesgo de perder a futuras generaciones.


Los expertos que participan en la reunión INCHES han reclamado que los políticos discutan medidas ambientales y no solo tengan en cuenta las pérdidas económicas inmediatas en los sectores industriales.


Además del CSIC, el encuentro está organizado por la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich (Alemania), y la Universidad Aristóteles de Tesalónica (Grecia), con el apoyo del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), que acoge la reunión en la sede del Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB).


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