En España el 30% de las gafas de sol vendidas provienen del 'top manta', un porcentaje al que se suman las de las tiendas de chinos y bisutería, entre otros, que venden gafas de sol; Lord Wilmore, marca española líder en gafas graduadas con distribución 100% online, calcula que aproximadamente más del 40% de los españoles consumen gafas de sol sin ningún tipo de garantía para su vista. El desconocimiento de los riesgos que implica la mala calidad de las gafas de sol para la vista y los precios abusivos de estas en algunas ópticas han supuesto un incremento del consumo de gafas de sol baratas y de mala calidad. Por ello, marcas como Lord Wilmore proponen una fórmula para aumentar la calidad de estas gafas a un precio asequible. "Al tratarse de un negocio 100% online nos ahorramos muchos costes permitiéndonos ofrecer una línea de gafas con estilo, de calidad y a precios asequibles. Antes que usar gafas de sol malas es preferible no usar", explica Emilio Capela, fundador de Lord Wilmore.

Existen varios riesgos para la vista debido al uso de gafas de sol de mala calidad aunque, a corto plazo, no los apreciemos, pueden llegar a ser graves para nuestra salud. Para evitar estos riesgos y cuidar uno de los sentidos más preciados por los españoles, la vista, Lord Wilmore lanza seis indicaciones imprescindibles para comprar gafas de sol:

1. Buena protección. Lo mejor, a juicio de los expertos, es escoger un cristal de buena calidad óptica que frene el paso de los rayos UV. "Debemos fijarnos en que lleven inscritas las letras CE y el nivel de protección, que es de 0 a 4", explican los expertos, quienes detallan que hay dos tipos de cristales filtrantes: los minerales (se rayan poco pero son sensibles a los golpes) y los orgánicos (ligeros y resistentes a los golpes). Ambos pueden recibir tratamientos, como el antirreflejo, el fotocromático (el cristal se oscurece con la luz), el de color o el espejado. "Unas buenas gafas de sol deben tener un filtro que absorba al menos un 75% de la luz visible y bloquee toda la luz ultravioleta", puntualiza Capela.

2. A cualquier edad, las gafas de sol deben ser una herramienta de protección, desde pequeños hasta la vejez. "El objetivo es prevenir alteraciones como la conjuntivitis o la queratitis", advierten desde Lord Wilmore. Además, las personas mayores, ante determinados tipos y espectros de luz, pueden padecer "daño en el cristalino y esto favorecer, por ejemplo, la aparición de cataratas".

3. Color de la lente. Aunque parezca que cumpla una función únicamente estética, pocos conocen que el color de la lente también tiene una finalidad práctica. Por ejemplo, las lentes más oscuras, marrones, son recomendables para los miopes.

4. Todo el año. Solemos usarlas con mayor frecuencia en verano por la exposición al sol, ya sea en la playa o en una terraza tomando algo. Sin embargo, el uso de las gafas de sol debe ser durante todo el año porque estamos expuestos al sol, con mayor o menor intensidad, siempre.

5. Responsabilidad en el uso. Los expertos afirman que "debemos ser responsables con el uso de las gafas de sol y protegerlas siempre con una funda para que no se estropeen y dejen de cumplir su función protectora. Por ello, cuando vamos a la playa o las dejamos encima de la mesa debemos tener cuidado de que no se rallen los cristales con la arena o superficies rugosas. "En los 'top manta' o tiendas que venden gafas de mala calidad, además de no cumplir con los requisitos de protección en los cristales, no suelen acompañarlas de una funda rígida que proteja las gafas adecuadamente", puntualizan desde Lord Wilmore. También es aconsejable no dejarlas demasiado tiempo al sol ya que tanto las lentes como las monturas pueden deformarse y esto afecta a la visión.

6. La montura. Sobre todo en verano, los expertos insisten en que es recomendable que sea una montura "ligera, que ni apriete ni pese, para evitar las marcas en la nariz por la presión o que se produzcan rozaduras con el sudor". Desde Lord Wilmore recomiendan acetato italiano y metal para el material de la montura.

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