¿Qué es la malaria?

El paludismo, o malaria, es una enfermedad que se transmiten al ser humano por la picadura del mosquito Anopheles. África subsahariana soporta la mayor parte de las infecciones.

Mosquito anopheles, principal transmisor de la enfermedad
Mosquito anopheles, principal transmisor de la enfermedad
Organización Mundial de la Salud

El paludismo, o malaria, es una enfermedad potencialmente mortal causada por parásitos que se transmiten al ser humano por la picadura de mosquitos hembra infectados del género Anopheles.


En 2015, el paludismo se siguió transmitiendo en 95 países y territorios. Cerca de 3200 millones de personas —casi la mitad de la población mundial— corren el riesgo de contraerlo.


Se puede prevenir y curar y la carga de la enfermedad se está reduciendo notablemente en muchos lugares. Entre 2000 y 2015, la incidencia de la enfermedad (es decir, el número de casos nuevos entre las poblaciones en riesgo) se redujo en un 37% a escala mundial, mientras que la tasa de mortalidad entre las poblaciones en riesgo disminuyó en un 60% en todos los grupos de edad y en un 65% en los niños menores de cinco años.


El África subsahariana soporta una parte desproporcionada de la carga mundial de paludismo. En 2015, el 88% de los casos y el 90% de los fallecimientos por la enfermedad se produjeron en esta región, según la Organización Mundial de la Salud.


Transmisión

Hay cinco especies de parásitos causantes del paludismo en el ser humano, si bien dos de ellas - Plasmodium falciparum yPlasmodium vivax - son las más peligrosas:


Síntomas

El paludismo o malaria es una enfermedad febril aguda. En un individuo no inmune, los síntomas aparecen a los 7 días o más (generalmente entre los 10 y los 15 días) de la picadura del mosquito infectivo.


Puede resultar difícil reconocer el origen palúdico de los primeros síntomas (fiebre, dolor de cabeza, escalofríos y vómitos), que pueden ser leves. Si no se trata en las primeras 24 horas, el paludismo por P. falciparum puede agravarse.


Los niños con enfermedad grave suelen manifestar uno o más de los siguientes síntomas: anemia grave, sufrimiento respiratorio relacionado con la acidosis metabólica o paludismo cerebral. En el adulto también es frecuente la afectación multiorgánica.


En las zonas donde el paludismo es endémico, las personas pueden adquirir una inmunidad parcial, lo que posibilita la aparición de infecciones asintomáticas.


¿Quién está en riesgo?

En 2015, cerca de 3200 millones de personas —casi la mitad de la población mundial— corren el riesgo de padecer el paludismo. La mayoría de los casos y de las muertes se registran en el África subsahariana, pero también se ven afectadas Asia, Latinoamérica y, en menor medida, Oriente Medio. En 2015, 95 países y territorios experimentaban una transmisión continua de la enfermedad.



Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico y el tratamiento tempranos del paludismo atenúan la incidencia de la enfermedad, reducen sus efectos mortales y contribuyen a prevenir su transmisión.

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