Expertos de la Fundación Vivo Sano han presentado este miércoles un informe que denuncia el "serio problema de contaminación química" que representan los ftalatos, sustancias químicas que se pueden encontrar en numerosos artículos: desde geles y champús hasta tintas de impresión, juguetes sexuales y tejidos.

El documento quiere concienciar a la sociedad y promover la actuación de la Administración frente a unos materiales que pueden encontrarse en grandes cantidades -hasta el 60 % de su peso- en plásticos tan usados como el PVC "desde el cual se liberan fácilmente" y provocan según "infinidad de estudios científicos" todo tipo de efectos sanitarios negativos.

La Fundación recuerda que la Unión Europea produce cerca de un millón de toneladas anuales de ftalatos, cuya regulación estricta ha sido rechazada hasta la fecha "por el bloqueo de un pequeño grupo de países entre los que se encuentra España", según la responsable de políticas de sustancias químicas de Ecologistas en Acción, Dolores Romano.

Esta experta ha pedido al Ministerio de Sanidad que explique "en qué beneficia a la salud de la población española mantener estas sustancias en el mercado".

Existe un centenar de tipos diferentes de estos compuestos químicos y de ellos "26 se usan con más frecuencia, de los cuales 12 están en la lista de sustancias altamente preocupantes para la salud".

El estudio, elaborado a través de la iniciativa 'Hogar sin tóxicos', revisa multitud de investigaciones científicas que alertan sobre la extendida presencia de los ftalatos y los relacionan con el deterioro de la calidad del semen y la infertilidad, las alteraciones tiroideas, las alergias y la obesidad, entre otros efectos negativos.

Según el autor del informe, Carlos de Prada, "los ftalatos son un problema que nos afecta a todos y de forma indiscriminada, porque son inhalados, ingeridos y absorbidos por la piel".

Además, esta exposición a elementos capaces de alterar el equilibrio hormonal tiene un "alto coste económico" para la UE, estimado entre 157.000 y 270.000 millones de euros anuales, teniendo en cuenta los datos obtenidos por la asociación norteamericana 'Endocrine Society', la más importante organización internacional de profesionales de la endocrinología.

Algunos costes sanitarios comprobados ascienden a 15.000 millones de euros por la obesidad en adultos, 4.600 millones de euros por infertilidad masculina y 8.000 millones de euros por mortalidad asociada a bajos niveles de testosterona.

De Prada también advierte de que según las investigaciones publicadas los ftalatos están presentes en el 98 % de las personas analizadas y se concentran "en mayor cantidad" en los niños.

"El bloqueo de la regulación se produjo precisamente por el coste económico que supondría para el sector, pero sin contar los criterios objetivos de salud ni tampoco los costes monetarios que generan los ftalatos", ha añadido este especialista.

'Hogar sin tóxicos' propone impulsar ante la UE una regulación más estricta sobre los disruptores endocrinos, prohibir en España la comercialización de productos que contengan los ftalatos identificados como de mayor riesgo así como su uso en materiales en contacto con alimentos, imponer tasas a las empresas que fabriquen o comercialicen productos que los contengan o establecer su etiquetado obligatorio entre otras medidas.

El informe será remitido ahora al Ministerio de Sanidad, a la Secretaria de Estado de Medio Ambiente y a los principales partidos políticos.