Obesidad y depresión, dos enfermedades que se retroalimentan

Y la depresión aumenta el riesgo de padecer exceso de peso un 58%.Ambas enfermedades se retroalimentan.

Imagen de una persona obesa
Imagen de una persona obesa.
HA

La depresión lleva a la obesidad y la obesidad lleva a la depresión, ambas situaciones pueden darse de forma simultánea. La obesidad aumenta el riesgo de sufrir depresión un 55 por ciento, y la depresión incrementa el riesgo de ser obeso un 58 por ciento, según los estudios recogidos en diferentes metanálisis, según ha manifestado el presidente de la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental, el doctor Miquel Roca, durante la conferencia 'Obesidad y Depresión, ¿dos caras de la misma moneda?', pronunciada en el XXIV Curso de Actualización en Psiquiatría de Vitoria-Gasteiz.


"Estas dos enfermedades guardan una estrecha relación, dos enfermedades que suponen un gran problema sanitario en sociedades avanzadas dadas sus altas tasas de prevalencia y los elevados costes sanitarios asociados", ha añadido.


Respecto a los factores comunes que predisponen a un individuo a sufrir estas enfermedades, el doctor Roca ha enumerado los siguientes: "genéticos, sociales, psicológicos y otras enfermedades como diabetes o patologías cardiovasculares, por ejemplo". De esta forma, "un factor presente a destacar entre la relación obesidad-depresión es el denominado síndrome metabólico, que es la combinación de factores de riesgo cardiovascular como obesidad abdominal, diabetes, niveles elevados de triglicéridos y presión arterial alta". Todo ello llevaría, según el doctor, "a que algunos subtipos depresivos puedan en realidad ser considerados enfermedades sistémicas, medidas por procesos metabólicos".


Otro punto a tener en cuenta es que "los pacientes deprimidos suelen descuidar su estilo de vida, y por tanto no siguen ningún tipo de dieta ni realizan actividad física. Esto provoca un aumento de peso y entran en un círculo difícil en el que ambas enfermedades se retroalimentan. Para tratar esta comorbilidad de patologías los tratamientos han de dispensarse a la vez y de forma coordinada", ha asegurado Roca.


"Se debe animar al paciente a llevar un estilo de vida saludable para prevenir la asociación entre depresión y obesidad.

Seguir el estilo de la dieta mediterránea, que disminuye el consumo de carnes e hidratos de carbono en beneficio de más alimentos vegetales y grasas monoinsaturadas; aumentar la actividad física a diario; cuidar el sueño; tener una óptima red de apoyo social; y realizar intervenciones psicoeducativas para mejorar la adherencia a un estilo de vida saludable, son acciones que podrían reducir y prevenir la aparición de nuevos casos de depresión y obesidad", confirma el doctor Roca.


Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la depresión es la principal causante de situaciones discapacitantes en todo el mundo, y en el caso de Europa representa más del 7 por ciento de la mortalidad prematura. Además genera un menor rendimiento en el trabajo (con su correspondiente absentismo laboral) e incrementa las hospitalizaciones.


Respecto a la obesidad, la OMS ha instado a actuar a Europa porque "se enfrenta a una crisis de obesidad de enormes proporciones para 2030", y ha predecido unas cifras alarmantes, seis de cada diez mujeres y siete de cada diez hombres con sobrepeso. Esta enfermedad está estrechamente relacionada con problemas cardiovasculares que provocan una importante demanda de servicios sanitarios.


Más información en el Suplemento de Salud

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión