La Justicia francesa exculpa a la certificadora de las prótesis PIP

Las víctimas deberán devolver las indemnizaciones recibidas, 3.400 euros por paciente.

Una de las prótesis
España no variará sus recomendaciones respecto a las prótesis mamarias PIP
AFP PHOTO

Un tribunal francés eximió el jueves a la compañía alemana de control TÜV, certificadora de las prótesis mamarias fraudulentas PIP, de cualquier responsabilidad en el caso. En primera instancia, un tribunal de Tolón (sur del país) condenó en 2013 a TÜV y a su filial francesa a pagar 3.400 euros a 1.700 víctimas. Hasta ahora la compañía ha pagado un total de 5,8 millones de euros a las víctimas. Pero el veredicto de este jueves de un tribunal de apelación de Aix-en-Provence supone que las víctimas que ya habían recibido indemnizaciones tendrán que devolverlas. "Técnicamente, las personas deben devolver ese dinero, pero ninguna decisión ha sido tomada con respecto a una demanda de rembolso", aseguraron fuentes cercanas a la compañía.


El tribunal consideró que TÜV (Technischer Überwachungsverein), que certificaba la calidad de las prótesis mamarias, "respetó las obligaciones que le incumben como organismo certificador" y "no cometió faltas que impliquen su responsabilidad civil". Seis distribuidores de las prótesis (brasileño, búlgaro, italiano mexicano, rumano y sirio) reclamaban a TÜV 28 millones de euros de indemnizaciones. También había 1.700 mujeres demandantes, portadoras de las prótesis PIP.


Uno de los abogados de víctimas, Laurent Gaudon, lamentó el fallo y afirmó que "las víctimas se encuentran en el banquillo de los acusados y obligadas a devolver el dinero". "Es una victoria provisional para TÜV y una gran derrota para la seguridad sanitaria de los productos de salud europeos", añadió. Olivier Aumaître, el abogado de los distribuidores de las prótesis condenados a pagar 90.000 euros a TÜV en concepto de gastos de justicia, estimó que "el escándalo PIP se ha convertido en el escándalo TÜV".


TÜV se felicitó en un comunicado del fallo y aseguró que "el fraude cometido por PIP no era perceptible" y no podía ser detectado "con los medios que la reglamentación otorga a los organismos" de control. La abogada de la compañía, Cécile Derycke, aseguró que el fallo del jueves confirma el primer juicio en Tolón.


Durante el juicio, Derycke hizo hincapié en las conclusiones favorables a la empresa de la agencia francesa de seguridad de los medicamentos y en una decisión del tribunal correccional de Marsella, que en 2013 consideró que la certificadora "fue víctima del fraude organizado por PIP".


El escándalo de las prótesis mamarias de la fábrica Poly Implant Prothèse (PIP) fue descubierto en marzo de 2010. La empresa utilizaba un gel de silicona no homologado para uso médico en vez del gel Nusil autorizado, que declaraba utilizar. La empresa certificadora alemana se limitaba controlar los documentos del fabricante, y no la silicona utilizada.


El número de portadoras de las prótesis PIP se estima en unas 18.000 en España, según datos del Ministerio de Sanidad. Según Philippe Courtois, un abogado de las víctimas, aunque se ha perdido este juicio el procedimiento para pedir indemnizaciones continúa porque no todas las víctimas eran demandantes en la causa juzgada el jueves.

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