La investigación, dirigida a analizar los hábitos de consumo de helados con una muestra de 1.000 personas, ha revelado que existe una diferencia entre sexos a la hora de consultar la información nutricional de los productos: las mujeres, con un 18%, son las que más suelen fijarse en las kilocalorías, frente a los hombres, con un 15%. Por edades la tendencia es la misma, salvo en las mujeres de 24 a 35 años, entre las que la cifra crece hasta el 21% que considera las calorías como un factor decisivo en la compra.

La responsable de Salud y Nutrición de Frigo, Diana Roig, ha explicado que "poco a poco va tomando más importancia el tema de las calorías, lo que da mucha información a las empresas de helados y permite que se produzcan helados que van desde las 28 kilocalorías hasta más de 200 kilocalorías, para personas que son sedentarias o quieren vigilar su línea, hasta helados para personas que hacen actividades físicas o que son jóvenes y pueden permitirse consumirlos".

Un 60% de los padres y madres encuestados afirmaron que consumen helados junto a sus hijos de forma habitual y un 65% considera que el helado aporta nutrientes a sus hijos. Los tres factores principales que condicionan la compra de un determinado helado para los hijos son los azúcares, las grasas saturadas y las kilocalorías, con un 21% de padres y madres que elige un helado u otro tras haber consultado la información nutricional. Las madres predominan por encima de los padres, con un 26% de mujeres que se informan sobre la composición de los helados frente a un 18% de los hombres.

"El helado es uno de los alimentos favoritos de los niños y, como vemos en el estudio, los padres lo incluyen dentro de su alimentación. Por todo ello, y debido a que la lucha contra la obesidad infantil es uno de los firmes compromisos de Frigo, todos los helados para niños desde 2014 tienen un máximo de 110 kilocalorías por ración, un máximo de 3 gramos de grasas saturadas por ración y un máximo de 20 gramos de azúcares añadidos por cada 100 gramos", ha explicado Roig.

Diana Roig también ha afirmado que la innovación en la creación de helados está dirigida a ayudar a rebajar la "tendencia creciente en sobrepeso, obesidad y sedentarismo" y a evitar "poner productos al alcance de niños que fomenten esos problemas". Por ejemplo, una de las alternativas en la adición de azúcares añadidos es utilizar "azúcares que pueden venir de la fruta, del zumo de fruta o de la pulpa y que no sea sacarosa propiamente dicha".

En cuanto a los sabores favoritos, el helado chocolate es el más deseado por los españoles, siendo el favorito de un 38% de los encuestados. Le siguen la vainilla, con un 21%, la nata y el limón, con un 10%, y la fresa, con un 6%. Por último, un 15% de los consumidores prefieren sabores menos tradicionales como el turrón, la avellana o la stracciatella.

La textura también es un factor importante para la elección de un helado un otro, aunque la mayoría de los españoles, un 89%, prefieren los helados de crema frente a los de hielo, con un 11%.Los hombres mayores de 35 consumen más helados

El estudio ha mostrado que existe un alto porcentaje de consumo en hombres y mujeres mayores de 35 años. Un 65% de los hombres de este rango de edad y un 30% de las mujeres consumen más de tres helados cada semana. Por otro lado, entre los 25 y 34 años el porcentaje se rebaja, con un 24% en ambos sexos, y vuelve a crecer entre los 18 y 24 años tanto en hombres como en mujeres, con un 35% en el caso de los chicos y un 30% en el de las chicas.

En total, un 70% de los encuestados consumen al menos un helado por semana. En España existe la tradición de consumir helado como postre tras el almuerzo o la cena, tanto en verano como en invierno, una costumbre que mantienen el 67% de los consumidores.

Estos se sitúan frente al 31% de españoles que comen helado entre horas, como un 'snack', entre los que destacan los jóvenes de entre 18 y 24 años, con un 38% de los chicos y un 39% de las chicas que eligen los helados como tentempié.

En la elección como aperitivo el helado sale ganando frente a los aperitivos salados, como las patatas fritas, y la bollería. Un 61% de los españoles consume helados para picar entre horas frente a un 31% que se decanta por 'snacks' salados y un 8% que prefiere la bollería.

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