​Pediatras restan importancia a influencia de movimientos antivacuna en España

El caso del niño valenciano de 6 años afectado de difteria ha hecho saltar las alarmas.

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Efe

Los pediatras han restado importancia a la influencia de los movimientos antivacuna en España y han lanzado un mensaje de tranquilidad ante el caso de difteria detectado en Barcelona, pero han pedido que se mantenga la alerta para conservar las altas tasas de cobertura vacunal que oscilan en el 90 %.


"En España no podemos hablar de que el movimiento antivacunas sea importante", ha señalado la presidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap), Begoña Domínguez, quien ha destacado las altas tasas de cobertura vacunal y ha subrayado que el caso del niño de 6 años con difteria diagnosticado en Olot (Girona) es el primero desde 1987.


Tampoco se han dado casos de otras patologías de las que hay vacuna, como ha ocurrido en EE.UU., donde este movimiento sí que ha cobrado importancia en los últimos años.


Domínguez ha admitido, no obstante, que en los últimos diez años y "de manera ocasional" sí se encuentran en la consulta con padres que les expresan su intención de no administrar a su hijo una vacuna concreta, pero es "más difícil" encontrar quien exprese reticencias hacia todas las vacunas.


Se trata -ha asegurado- de algo "absolutamente circunstancial y esporádico".

En su mayoría, son padres que se refieren a vacunas que han estado en cuestión en alguna ocasión por su efectividad o por las reacciones que pueda generar en el niño, como cuando en 1998 una publicación vinculó la vacuna del sarampión con el autismo, información que posteriormente fue rectificada.


"Las vacunas no están exentas de tener alguna complicación, pero los beneficios de administrarlas son exponencialmente mayores que los problemas que pueda tener un niño tras vacunarse", ha aseverado.


Sobre el caso del niño de 6 años con difteria, Domínguez cree que sí puede haber un grupo de padres que, debido a que esta enfermedad, como muchas otras, no se da en España desde hace años y el resto de la comunidad sí está vacunada, puede pensar que nadie va a contagiar a su hijo.


Así, es posible que algunas personas piensen que se pueden beneficiar de esta situación y decidan no pinchar a sus hijos porque la enfermedad no tiene presencia en España y nadie puede contagiarles.


Sin embargo, ha advertido de que, a pesar de que la inmunización del colectivo existe -la conocida como inmunidad del rebaño-, "ésta no garantiza en absoluto que la persona no vacunada no vaya a contagiarse".


De hecho, en 2010, un juez de Granada obligó a vacunar a 35 niños para frenar el brote epidémico de sarampión originado en un colegio en el que varios niños no estaban inmunizados contra la enfermedad.


La presidenta de la Aepap ha insistido en que la mayor parte de la población española está muy concienciada sobre la importancia de la vacunación y son los propios padres los que acuden a consulta para reclamarlas.


La población sabe -ha señalado- que las vacunas son útiles para sus hijos y que, junto con la higiene y los antibióticos, son lo que más ha contribuido a reducir la mortalidad infantil.


Por eso, no cree necesario que se adopten medidas como las que se han impuesto en algunos estados de EE.UU. donde la vacunación es obligatoria para asistir a los colegios, como forma de proteger al resto de la población.


"Aquí hasta ahora no nos ha hecho falta -adoptar este tipo de medidas- porque, a pesar de que las vacunas no son obligatorias, tenemos una cobertura muy alta y una población bien concienciada", ha explicado.


No obstante, y aunque cree que no hay motivo de alarma, sí ha pedido que se mantenga la alerta para continuar con los buenos datos de cobertura vacunal.