Dieta alcalina para afrontar con éxito la operación bikini

La mayoría de los alimentos deben ser de origen vegetal y entre sus propósitos está lograr una "alimentación equilibrada".

Frutas, vegetales y frutos secos
Frutas, vegetales y frutos secos.
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Lleva años siendo la protagonista de cientos de libros sobre nutrición y dietas, pero de repente -como suele pasar con estas cosas- basta con que un famoso la siga para que la olvidada 'dieta alcalina' se ponga otra vez de moda y uno se anime a seguirla.


"Aunque la mayoría declaran hacerla por todos los beneficios que entraña tomar los denominados alimentos 'alcalinos' para conseguir el equilibrio que esta defiende, casi siempre pesa más el deseo que hay por adelgazar o no engordar y, en muchos casos, una excesiva obsesión por el cuerpo", sostiene la 'coach' nutricional de Espacio Ágape, Asun Armas Prado.

¿En qué alimentos se basa la dieta alcalina?

Según explica esta nutricionista, la dieta alcalina distingue entre los siguientes tipos de alimentos: Acidificantes: como la carne (en especial, la roja), el pescado, los huevos, los quesos, las grasas de origen animal, algunos cereales y legumbres, azúcar refinado, frutos secos, café, cacao o alcohol. Alcalinizantes: como las verduras (fundamentalmente las de hoja verde), las hortalizas, las patatas, las frutas, las legumbres, las algas, el tofu o la quinoa.Partiendo de esta distinción, la conocida dieta alcalina se basa en que "la mayoría de alimentos tienen que ser de origen vegetal" y, por eso, uno de sus propósitos es -a diferencia de ciertas dietas milagro- lograr una "alimentación equilibrada".  


Por eso, a juicio de esta 'coach' nutricional, "si la proporción no es muy extrema puede tener el beneficio de aportar al organismo una gran cantidad y variedad de alimentos vegetales -como verduras, hortalizas y frutas-, además de incorporar cereales como la quinoa y semillas a la dieta", puntualiza.


"Si comiéramos de forma más equilibrada, en general, la dieta básica tendría que ser vegetal. Pero a veces, tal y como se plantean algunas de ellas, no es fácil seguirlas durante mucho tiempo, lo que entraña también un riesgo", matiza Armas.

Los riesgos de restringir ciertos alimentos

Así, entre los inconvenientes de este tipo de dietas se encuentra el hecho de que entrañan puntos más "estrictos" o "restrictivos" para quienes las siguen.


"Si comemos como tenemos que comer, la dieta 'normal' debería ser alcalina. Pero todo depende de la proporción de alimentos que se tomen", precisa esta nutricionista. Así pues, si se da una gran restricción de los alimentos "acidificantes" en el desarrollo de esta dieta, esta carencia podría desencadenar problemas ligados a la "falta de proteínas, grasas esenciales y calcio", entre otros nutrientes, según indican los especialistas.


Del mismo modo, esta restricción podría influir en la adherencia a la misma, y convertir el seguimiento de la dieta alcalina en una práctica "monótona y aburrida". 


Ante la duda, el consejo de los nutricionistas es claro, y está enfocado a conseguir ese "equilibrio" nutricional que, en teoría, persiguen esta y otras muchas dietas: "para nosotros es más fácil lograr este objetivo al llevar un estilo de vida mediterráneo, donde predominan alimentos vegetales -como la base de nuestra dieta- con pescado o legumbres", subraya. Además, comer en compañía, cocinar y realizar ejercicio físico al aire libre ayuda a conseguir ese equilibrio físico y emocional. Porque al final, recuerda esta nutricionista: "además de lo que comemos, somos lo que pensamos y lo que sentimos".


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