¿Puede ser peligroso mantener relaciones sexuales?

Los expertos defienden que, en un marco alejado de la violencia y exento de daños, hay gestos y expresiones que revitalizan la vida erótica y estimulan las relaciones.

Dakota Johnson, en un fotograma de la película '50 sombras de Grey'.
Dakota Johnson, en un fotograma de la película '50 sombras de Grey'.
Sam Taylor-Johnson, 2015

Internet es como una gran hemeroteca en la que figuran todo de tipo de anécdotas y vivencias referidas a la práctica sexual: desde aquellas en las que un "desenfrenado" arrebato de pasión termina por estampar a la pareja contra el cabecero de la cama a otras que parecen sacadas de un relato de ciencia ficción, como la de aquel hombre al que tuvieron que "socorrer" los bomberos tras quedar su pene atrapado en un tubo de acero.


"El que ocurra algún tipo de lesión durante la práctica sexual es una cuestión de tipo excepcional, pero al mismo tiempo muy llamativa mediáticamente", observa el doctor Santiago Frago Valls, director y fundador -junto a Silverio Sáenz- del instituto de sexología Amaltea, de Aragón.


Para este especialista, que ejerce además como profesor del Máster Oficial en Sexología de la Universidad Camilo José Cela, cualquier tipo de peculiaridad erótica que se aleje de la violencia y el daño, está "bien integrada" en una relación de pareja. De hecho, subraya Frago: "Hay determinados gestos y expresiones que revitalizan la vida erótica y, en un marco exento de daños, motivan mucho más las relaciones y rompen de alguna manera esa vida que parece inevitablemente monótona".


Para evitar que ocurran los accidentes más "inusuales" que terminen por sacarle a uno los colores en Urgencias, los expertos apelan al "sentido común" y a la fijación de unos criterios comunes basados siempre en el "control", la "conversación" y el "respeto". En palabras del propio doctor, se trata de hacer uso de la imperativa frase: "haremos esto hasta que yo...". Los límites dependerán ya de cada pareja, pues en opinión de este especialista, "todas ellas son singulares y siempre introducen diferentes maneras de hacer".


El 'boom' de la fantasía sexual, con '50 sombras de Grey'

No obstante, desde el instituto de sexología Amaltea reconocen que mucho antes siquiera del 'boom' que ha suscitado el estreno de la película '50 sombras de Grey' y la novela homónima, la juguetería erótica y ciertas prácticas sexuales relacionadas con la narrativa del BDSM (bondage, dominación, sumisión y sadomasoquismo) ya se realizaban y estaban muy integradas en muchas parejas.


"En consulta -cuenta el doctor Frago- es muy frecuente escuchar frases como: 'me gusta que mi pareja me domine en el juego erótico', 'sentir que él controla mi placer', 'que ella me suplique esto o lo otro'", relata este especialista. Así, en el best-seller de la británica E. L. James, ese ambiente queda reflejado con puntos y comas en una especie de "contrato" que los protagonistas toman como guía para limitar sus encuentros sexuales. "Dentro de ese contexto de sumisión clave en la narrativa del BDSM, ella es quien administra la situación y cuando dice que no a algo, se cumple", subraya Frago.


En cualquier caso, al hablar de peculiaridades eróticas fuera de lo "convencional", este especialista considera que sobre el filme pesa una cierta "moralina" de fondo. "Las personas que practican este tipo de juegos disfrutan de esas transgresiones sin tener ningún tipo de antecedente histórico infantil. De hecho, ha habido muchas quejas por parte de parejas reales que no se identifican con ese Grey que parece arrastrar un trauma de la infancia", destaca.


Por el contrario, el perfil de quienes practican este tipo de juegos es el de "personas que tienen todo muy pactado, que conocen los límites y que, en consecuencia, suelen correr muy pocos riesgos". Eso sí, para quienes no estén todavía "inmersos" en este mundillo, los expertos apelan al "sentido común", y "si están pensado en ataduras, que tampoco hagan nada peligroso", aconseja Frago. 


Así, entre las afecciones más "comunes" que derivan de este tipo de situaciones figuran las fracturas de pene, pero también aquellos casos en los que se produce un daño de tipo "compresivo". "En ambos casos, los pacientes suelen acudir directamente a las Urgencias del Clínico o del Servet, y hay profesionales del ámbito hospitalario que me han hablado de casos en los que se han crujido anillos que comprimían en exceso el pene, así como pacientes que tras el consumo de medicamentos que hacen que la erección se mantenga un tiempo excesivo han sufrido daños cardiovasculares", señala el doctor Frago. En cualquier caso, matiza, que uno ponga a la pareja un tipo de esposas y no pueda después liberarla con las llaves, será ya una situación "más propia del cerrajero" que del servicio de Urgencias.


Un consejo: ser "ecuánimes" y "distanciarse" de la novela erótica

Por otro lado, al margen de todo el 'eco' mediático que ha tenido la cinta, los expertos advierten de que este tipo de historias están "lejos de aumentar las urgencias hospitalarias", aunque sí pueden favorecer la aparición de conflictos de pareja en lo que respecta a sus relaciones eróticas. "La novela es ciencia ficción y hay que leerla siendo ecuánimes y manteniendo una cierta distancia con la realidad de las cosas. Por ejemplo, haciendo un análisis sexológico, es improbable que una chica virgen de 23 años tenga fuegos artificiales en su primer encuentro. De modo que por gestos de este tipo no hay por qué experimentar desazón", defiende el experto.


En el lado contrario, este especialista considera que tanto el libro como la novela lo que han hecho es "dinamizar" la vida erótica y permitir a muchas parejas -sobre todo mujeres "ancladas en lo predecible y lo rutinario"- hablar de fantasía y erotismo no coital, como ya sucediera anteriormente tras relatos y estrenos cinematográficos de la talla de 'Historias de O', 'Nueve semanas y media', 'El último tango en París' o el filme francés de 'La vida de Adèle'. Historias que fracasarían de quedarse solo en el "romanticismo más absoluto" y que alcanzan la fama con la exitosa combinación de "amor y erotismo" que de nuevo vence en taquilla, pese a la cantidad de elementos discutibles que integran el filme para la crítica.


En cualquier caso, en lo que respecta a la vida sexual de la pareja, la opinión es unánime: siempre que se respete la libertad personal y el acto esté consensuado y hablado, se minimiza cualquier tipo de lesión que pueda ocurrir como consecuencia de la práctica. En este sentido, añade Frago: "Lo más difícil no es hacer, sino hablar", de modo que si las parejas se entregan a un erotismo pactado, seguramente habrá menos incidentes "bochornosos" que lamentar. "El deseo tiene que estar siempre presente y hay que cultivarlo porque el día a día, lo cotidiano, no favorece que este florezca", zanja el experto.


El instituto de sexología y psicoterapia Amaltea se fundó en el año 95 y desde entonces constituye un referente en Aragón en el ámbito del asesoramiento y la educación sexual. Además de trabajar la terapia de pareja y contar con diversos proyectos de investigación, sus profesionales imparten formación en "más de 200 centros de enseñanza de Aragón y otras CC. AA" en colaboración con proyectos educativos del Cipaj y de la Universidad de Zaragoza, entre otros. 


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